Vivir con inteligencia ambiental

¿Te gustaría vivir con inteligencia ambiental? Tal vez es la primera vez que escuchas hablar sobre este concepto, más tardas en saber a que se refiere, que en optar por una respuesta positiva. De lo que trata esta inteligencia es de hacernos la vida más cómoda, más productiva, más amigable y menos complicada. Un ejemplo de este estilo de vida va desde tener acceso a contenidos almacenados en el ordenador de casa o en el celular, pero desde otros dispositivos, o que el coche nos pueda proporcionar información sobre el estado de las carreteras, o que los deportistas puedan ser analizados hasta el mínimo detalle en su entrenamiento diario a través de sistemas integrados en su vestimenta deportiva.

La Inteligencia Ambiental, es el espacio de interacción de las personas y las tecnologías en su vida cotidiana. Estas tecnologías identifican nuestra presencia y son capaces de responder a nuestras necesidades y hábitos sin que los percibamos y de una forma anticipada. Basta con darnos cuenta de todos los dispositivos que nos rodean de información y comunicación (chips, ordenadores, banda ancha, wireless, sensores de lluvia o movimiento, dispositivos GPS), desde que nos despertamos hasta que nos acostamos, para ver la gran potencia que esta red de objetos tendría.

Para desarrollar las bases de este escenario un conjunto de empresas, instituciones y universidades han unido sus esfuerzos en un proyecto de Inteligencia Ambiental llamado OSAmI-Commons, perteneciente a Eureka-ITEA2 financiado por PROFIT.

OSAmI-Commons pretende establecer una infraestructura común de código abierto orientada a servicios dinámicos, los cuales serán capaces de autoconfigurarse en diversos entornos de cooperación de Sistemas Intensos en Software. La plataforma sería validada con demostradores en el entorno de la energía, la salud, los servicios públicos, la formación y el desarrollo de software.

Para las empresas, esta conexión daría lugar a conexiones entre diferentes mercados verticales, es decir, aquellos mercados digitales donde la oferta y la demanda de determinada categoría de producto interactúan en un punto determinado. Lo que se produce nuevas soluciones de negocio.

La clave del funcionamiento de esta red, se encuentra en la interoperatividad, donde la relación entre todas las tecnologías se unen y cada vez la relación hombre-tecnología es más estrecha, todo sea por evolucionar.

Montse Presno