A finales del mes de diciembre, dos estudiantes de La Salle-URL partirán hacia la Antártida para seguir trabajando en el proyecto de telecomunicaciones que se realiza desde 2003. Joaquim Porté, doctorando en La Salle-URL, y Josep Maria Masó, alumno del Máster en Telecomunicaciones de La Salle, trabajarán durante tres meses en la Base Antártica Juan Carlos I, base científica española dependiente del CSIC, situada en la isla de Livingston.
El proyecto que realizan, Optimized HF transmission for Near Vertical Incidence Skywave (NVIS) links for remote sensors in Antarctica, está financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Hasta ahora, la mayoría de los sensores instalados por la comunidad científica española en la Antártida se han colocado cerca de las estaciones, ya que el acceso a ellos es complicado y se recogen los datos manualmente. Con este proyecto se quiere dar un paso adelante para mejorar las capacidades de comunicación de los científicos españoles en la Antártida, diseñando una red de sensores capaz de transmitir los datos de los sensores desde lugares muy remotos (incluso en el continente) a la Estación Antártica Juan Carlos I. Esta red utilizará la tecnología NVIS que permite la comunicación entre nodos de hasta 250 km de distancia utilizando la reflexión de la ionosfera en la banda de ondas decamétricas (3-30 MHz). Ya que tanto la señal transmitida como la recibida provienen de la parte superior de la atmósfera, no se necesita línea de visión y no pierde la señal pese a que haya obstáculos. De esta manera se podrán cubrir grandes áreas, hasta 250km. La red de sensores también permitirá velocidades de bits de hasta 20 de kbps, suficiente para la transmisión de datos de sensores. La propuesta también incluye la instalación de un prototipo completo de red de sensores, tanto para datos como para mensajería de texto digital.
Con esta mejora en las telecomunicaciones, los científicos de la base no tendrán que salir al exterior a buscar los sensores que hayan instalado en diferentes puntos, sino que recibirían directamente en la base las lecturas. Además, también se está trabajando en optimizar el uso de la potencia de estos sensores para bajar su consumo y que puedan ser más autónomos. Una red de sensores como esta hace que el área de influencia de los científicos españoles sea más amplia, y hace posible nuevos experimentos.
Este sistema tiene también aplicaciones sencillas en caso de desastres naturales, cuando la mayoría de los sistemas de comunicaciones (teléfonos móviles, radio privada) fallan, ya que las redes de alta frecuencia que usan NVIS son la solución más ágil y económica para comunicar el área afectada con otras partes del país.
Posteriormente, a la vuelta a la Barcelona, los investigadores podrán analizar el funcionamiento de los sensores, cómo se ha realizado la comunicación móvil y estudiar el comportamiento del canal de la ionosfera para la transmisión de datos.
En este caso, los estudiantes de La Salle-URL ya probaron este sistema este verano con éxito en el proyecto solidario Urubamba, en Perú, para comunicar las comunidades locales situadas en altitud y más incomunicadas.