Interim Manager, el próximo recurso para una gestión a medida de la empresa actual.
En un entorno donde los cambios son continuos, frenéticos y imprevisibles. La estructura de la empresa actual debe ser capaz de adaptarse y actuar rápido. La clave del éxito estará en la flexibilidad, la buena ejecución y la gestión del cambio sobre todo el sistema de la empresa.
Ante este entorno, las empresas se están encontrando en situaciones en las que no tienen siempre recursos (managers) disponibles con el perfil idóneo. La nueva tendencia es que en vez de contratar un manager de forma convencional que se integre en la plantilla por un tiempo largo, se está optando cada vez más por un Interim Manager (IM).
El IM es un ejecutivo externo a la organización que se hace cargo de la situación de la empresa y la intenta reconducir; dedicando su tiempo a la elaboración de un plan de acción para su posterior ejecución y gestión. Intentando mejorar el rendimiento y los beneficios de la empresa.
Hay un número de diferentes situaciones de negocios donde sería idóneo la contratación temporal del IM como: la gestión de riesgos o crisis, la reorganización de empresas en pérdidas, la emancipación de negocios: situaciones en que una empresa decide vender o independizar una división o una filial, la integración de adquisiciones donde éste la lidera rápidamente y de forma imparcial adaptando la organización, cambios o apoyos en una de las áreas funcionales, la entrada de nuevos socios que puede requerir poner un ejecutivo durante un periodo de tiempo para garantizar la gestión estratégica y tener el máximo de información, largas ausencias de managers claves en la organización ya sea por su repentina partida, años sabáticos, enfermedades o incluso la muerte. También proyectos estratégicos nuevos que impacten en la operación convencional de la empresa, precisarán de managers muy experimentados para llegar rápidamente a resultados así como proyectos complejos o megaproyectos que después de su fin pueda no haber una continuidad para el manager que lo lidera.
La intervención de un IM suele ser de 3 a24 meses, dependiendo de la tarea a desempeñar.
Las principales ventajas de contratar a un IM son rapidez, alta experiencia, coste controlado y una visión nueva e imparcial.
El IM con cada uno de sus proyectos forjará su marca personal y su prestigio profesional.
Josep Aldomà PM