10 reglas para enfrentarse a una presentación
Para muchos el realizar una presentación en público (bien sea en el ámbito profesional o en el académico) supone enfrentarse a una situación de ansiedad, miedo, nerviosismo, temblores en la voz e incluso amnesia instantánea.
Para ayudarte a combatir éstas situaciones te ofrecemos una serie de consejos para mejorar tu habilidad de oratoria.
- Regla del 10/20/30.
Es una regla creada por Guy Kawasaki, que nos dice que toda presentación no ha de tener más de diez diapositivas, no puede durar más de veinte minutos y el texto no ha de tener una fuente más pequeña que de treinta puntos.
- Práctica.
Es importante que ensayes antes, puedes pedirles a amigos o familiares que te hagan de público y así empezar a romper la barrera del miedo a hablar en público. Graba tu presentación y escúchala para darte cuenta de tus malos hábitos, a la hora de hablar, como el uso repetitivo de muletillas “este…”, “o sea…”, “es decir…”
- Expresar con sencillez.
El uso de metáforas o acontecimientos de la vida cotidiana nos ayudará a crear una conexión entre las ideas que se quiere expresar y así captar la atención de la audiencia.
Es muy importante el orden de tu presentación.
- Introducción.
- Puntos principales.
- Conclusión/es.
- Asistir a otras charlas.
Si hay otros presentadores que presentan antes que tú, intenta ir a escucharles te da la oportunidad de sentir a la audiencia a la cual te enfrentarás después y saber cuál es su estado de ánimo.
- Hablar y no leer.
Si estás todo el tiempo leyendo denotará que no sabes del tema del cual hablas y la audiencia perderá el interés. Muchas veces hablamos girados hacia las diapositivas por miedo al contacto visual, es fundamental éste contacto con el auditorio. Las diapositivas o notas se han de utilizar como una herramienta de soporte.
- Respiraciones profundas.
Realiza unas inspiraciones profundas para relajar los músculos y llevar oxígeno a nuestro cerebro. Esto nos permite también hablar mayor tiempo sin ahogarnos.
- Ser puntual.
Si llegas con tiempo al lugar de la presentación te da tiempo de comprobar que todo está preparado y así asegurarnos que no habrá ningún imprevisto de última hora. Todo esto ayuda a bajar la ansiedad y a que te adaptes al entorno donde realizarás la presentación.
- Lenguaje no verbal.
Tu cuerpo también comunica y cuando éste muestra confianza, tu mente hace lo mismo. No te sientes pues darás la sensación de pasividad, intenta ayudarte de gestos con las manos y pequeños pasos pero, con moderación, han de ser naturales. 10. Ritmo en la exposición. Inyectar pasión al tema de tu presentación, la harás más viva y tu entusiasmo se puede contagiar al auditorio.
Añadir nuevo comentario