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17 Marzo 2014 | Publicado por Equipo Editorial MBA

Calçotada de grupo

Se acerca la primavera, época de calçotada por Cataluña y mi primera calçotada desde que vivo aquí. ¡¡¡Qué emotion!!! Cafés y unos cuantos mails mediando, organizamos un domingo de calçots en familia con el grupo del International MBA de La Salle. ¿Dónde comimos? En provincia de Lérida. A una hora de coche desde Barcelona en la casa de uno de mis compañeros que, con tanta hospitalidad, nos acogió a todo el grupo + compañía! Calçots cosidos en la grilla Para los que no saben de qué va esto del calçot, se trata de un vegetal de la familia de las cebollas, con un aspecto muy similar al puerro pero más suave y, para mí , mucho más rico. Cuenta la historia que este plato se remonta al siglo XIX cuando, un campesino llamado Xat de Benaiges que se encontraba en la comarca de Valls (Provincia de Tarragona) preparó unas "cebollas" a las brasas y se le pasó la cocción. Se quemaron en el exterior y, como tenía hambre, lo que hizo fue quitar las capas quemadas de afuera de la cebolla, cuando probó el interior, notó que estaba muy tierno y con un rico sabor. Pero, no fue si no hasta el siglo XX que se popularizó el plato gracias  a la tarea de la Penya Artística de l’Olla que celebraba calçotades con la participación de personalidades del mundo artístico y cultural barcelonés.

Calçotada en grupo y en familia Calçotada en grupo y en familia

 

Los calçots, sin lavar, se cosen en un alambre y luego se colocan en una grilla sobre fuego directo, se cocinan muy rápidamente. Luego se envuelven en papel de periódico para mantenerlas caliente y así se llevan a la mesa. Se acompañan con salsa romesco y carne: butifarras, panceta, cordero... La salsa romesco, es una salsa particular originaria de la zona de Tarragona, también, hecha básicamente con tomates, ñoras, ajo, almendras, avellanas, pan, romero y aceite de oliva. La calçotada no es solo un plato particular que vale la pena probar cuando vienes a Cataluña, es también un evento para disfrutar en compañía. La preparación es un rito que se hace entre varias personas, entre charla y charla, lleva su tiempo, pero no hay prisa. Y en la mesa, bueno, es una de las comidas con menos protocolo que he visto: se comen con la mano, debes quitar la piel quemada y bañar el interior del calçot en la salsa romesco. Los dedos te quedan negros por la cocción de la capa externa que debes quitar: una comida para relajarse y disfrutar de la buena charla y compañía!

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