CORRIENDO UN MBA (Parte 2)
Siempre he trabajado por objetivos. Soy un firme defensor de ello. Si de mi dependiera, haría que todo el mundo trabajase por objetivos. No por exprimir a la gente; es que creo que tener incentivos por hacer bien tu trabajo es la mejor medicina para no caer en el tedio de la monotonía y producir más y mejor. Incluso una compañera, que es funcionaria, del curso de inglés al que asisto a ver si después de años soy capaz de entenderle diez palabras seguidas a Obama, me decía que ojalá ellos pudieran tener incentivos en su trabajo (no necesariamente crematísticos) para mejorar en sus sistemas de evaluación profesional. Esfuerzo y meritocracia. Lo del pelotazo y el amiguismo no le ha sentado bien a este país…
El 21 de Julio, día de mi cumpleaños – felicíteme ese día si me ve cargado con una maleta-, el International MBA de La Salle se va al St. Mary’s College of California, como ya le ha explicado mi compañera Silvia. Es una escuela de las muchas que tiene La Salle por el Mundo. Durante dos semanas recibiremos clases destinadas a completar nuestra formación, y nos tocará presentar las auditorías de nuestros planes de negocios. Además, y eso “me pone”, tendremos que vender, desde el punto de vista académico, cada uno de los proyectos a los profesores americanos, que actuarán como posibles inversores en busca de rentabilizar sus inversiones. Ya hablaremos largo y tendido sobre este asunto en posteriores intervenciones. Silicon Valley, ¡Prepárate!
El caso es que, estando allí, se celebra, el 29 de Julio, la Maratón de San Francisco. Yo nunca he corrido de forma regular. Me canso. Prefiero deportes de equipo. Sin embargo, cuando nos hablaron, allá por el mes de octubre, del viaje y de la coincidencia con la prueba deportiva, me picó el gusanillo. Correr la maratón es el objetivo que me he fijado para este año.
“¡Caramba, otro tío que corre! ¡Qué interesante! Será que no hay gente corriendo por las calles de Barcelona, que parece que no va a haber desfibriladores para todos”. No quiero hacer un blog de cómo entrenar, cómo alimentarse, qué zapatillas son las apropiadas, o para explicar el chiste de la diferencia entre esguince y desgarro. Ya hay muchos que se pueden encontrar en la red. Se ha puesto de moda, esa es la verdad.
Mi intención fue la de conseguir, a través del entreno diario, ir en línea con lo que supone estudiar un máster. Ambas son carreras de fondo. Para mí, el estudio diario es una preparación paulatina para llegar a la meta. Pero la meta no es tener el titulito y colgarlo en la pared. Es más. Es mejorar. Sólo eso. El problema del máster no son los primeros veinte kilómetros. Ya veremos cuando vayamos por el 35…
Todo esto que le explico, que parece no tener relevancia más allá de lo de “mens sana in corpore sano”, de lo hedonista y la salud, será para usted algo más interesante (espero que así sea) en el próximo post que escribiré la semana que viene. Buen fin de semana.