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22 Diciembre 2015 | Publicado por Redacción Alumni

Hoy en el blog de Alumni, más sobre Inteligencia Artificial

Cuando la realidad está a punto de superar a la ficción

Hace unas semanas hablábamos sobre Inteligencia Artificial y por eso nos parece interesante hacer eco de esta nueva noticia.

Al parecer, un grupo de psicólogos e informáticos de la Universidad de Washington han conseguido que un robot pueda aprender de forma natural. Los bebés aprenden a partir de la observación y la imitación y al desarrollo de otros sentidos como el tacto, el olfato o el gusto. De esta manera lo exploran todo y aprenden a hacer las cosas de manera experiencial.

Bebé robot. Bebé robot.

 

Ahora, los robots también pueden aprender de la misma manera que los niños. Observan a una persona realizar una acción y ellos mismos determinan la mejor manera para llevarla a cabo por sí mismos. Todo un avance, teniendo en cuenta que hasta ahora, para enseñarle una acción a un robot, el usuario tenía que tener nociones de código o directamente ejecutar la acción en el “cuerpo” de este para que la pudiera memorizar. De esta forma, bastaría con una demostración y que fuera capaz de entender las acciones y realizarlas de manera autónoma.

Este nuevo proyecto se probó en dos situaciones diferentes de la mano del psicólogo Andrew Meltzoff. El primer escenario fue a través de una simulación por ordenador, en la que el robot aprender a seguir la mirada de una persona. El robot observa como un bebé sigue la mirada de un adulto para aprender a hacerlo él mismo. Y el segundo, que consistía en imitar acciones humanas como la de mover unos juguetes encima de una mesa. El dato curioso, es que el robot no realizó exactamente las mismas acciones sino que optimizó los movimientos para conseguir el mismo fin.

Es realmente impresionante la proyección que está cogiendo la Inteligencia Artificial. De todas maneras, del estudio realizado por la Universidad de Washington se puede extraer que si algo diferencia a los hombres de las máquinas es que estas aprenden mucho más rápido, por lo que un robot dejaría de ser un niño en poco tiempo. Por mucho que lo intenten, los humanos somos imperfectos por naturaleza y por suerte o por desgracia, la imperfección viene innata.

Y vosotros, ¿os imagináis convivir con un robot a corto plazo?

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