Minimum Viable Product vs. Minimum Delightful Product

En los últimos años, en la industria del software se ha convertido en muy popular el término Minimum Viable Product (MVP). Se trata de producir un producto que cumpla con las características mínimas para que sea viable. Esto permite hacer el desarrollo en menos tiempo, lanzar antes el producto e ir mejorando al recibir el feedback de los usuarios.
Para ciertos negocios, sobretodo B2B, si realizas un MVP que ya tiene las suficientes funcionalidades para empezar a vender, ya tienes algo viable que te puede funcionar.
Pero para muchos otros casos, el MVP es simplemente insuficiente para triunfar. Para productos B2C, herramientas de software, aplicaciones móviles… con “viable” no basta.
La alternativa es centrarse en crear un Minimum Delightful Product (MDP).
La idea de mínimo es como la del MVP: crear sólo lo necesario. La parte interesante es la de crear un producto encantador en vez de sólo viable. Los usuarios tienen que enamorarse del producto. Cuando un producto es encantador, se asienta antes en el mercado, corre más la voz sobre él y crea una mayor satisfacción al usuario.
Para hacer un MDP, es necesario fijarse en los siguientes puntos:
1- El núcleo de funcionalidades. Tienen que estar implementadas las funciones más importantes del proyecto. Lo esencial. Distribuido de la forma correcta para tener una usabilidad óptima.
2- Diseño. Todas las personas se sienten atraídas por lo atractivo. Lo bonito es encantador. Con eso no me refiero a hacer algo barroco. Un buen diseño puede llegar a ser muy simple.
3- Calidad. Todas las funcionalidades hechas tienen que funcionar correctamente de principio a fin. Puede que no estén todas las cosas que queramos tener a largo plazo, pero lo que esté puesto hasta el momento no puede fallar.
