Proyecto de cooperación internacional desde PROIDE Campus. Urubamba introduce las nuevas tecnologías en la comunidad alto andina de Perú como mecanismo de inclusión social y forma a docentes y alumnos de la comunidad.

27 Julio 2014 | Publicado por Redacció Projecte Urubamba

Día 7: Canteras de Cachiccata

Hoy todos mis compañeros,aprovechando que es sábado, se han ido a Machu Picchu. Así que la crónica de este espectacular enclave ya la harán ellos. Yo,  como ya tuve la suerte de estar  el pasado 2013, me he quedado en Urubamba. Me he quedado en Urubamba hasta que el Hermano José Luís Vadillo ha llamado a mi puerta a las 7:30h de la mañana invitándome a una excursión cerca de Ollantaytambo. Conociendo ya al amigo José Luís me he preparado la mochila rápido, con la cámara y algo de agua, y le he seguido hasta el desayuno en la Comunidad y seguidamente ya hemos bajado a la estación de autocares para dirigirnos a Ollantaytambo.

dia7-14

Durante el trayecto me ha comentado que íbamos a las canteras de Cachiccata y me ha dado unos apuntes donde estaba explicado que estas canteras eran las que utilizaban los incas para  realizar las fortalezas y construcciones en Ollantaytambo. La ruta subía desde el puente a la entrada de Ollanta  a 2800 metros hasta las canteras más bajas a 3200 metros.

dia7-6Lo que no me ha dicho es el espectacular recorrido que nos encontraríamos con las vistas de todo el Valle Sagrado a 400 metros por debajo de nosotros y los increibles picos de la cordillera que incluye el Nevado Verónica.

De entrada el ascenso ha sido por un pista relativamente cómoda (teniendo en cuenta la altitud de esta región) pero a la vez exigente porque no daba tregua. Subida constante.  A veces se cruzaban con nosotros guías para turistas que llevaban sus mochilas en las mulas y caballos.

Hemos ido ascendiendo y han aparecido las impresionantes vistas del Nevado Verónica (6582m) y de toda su cordillera. A la vez nos girábamos y nos econtrábamos con el incomparable Valle Sagrado a nuestros pies.

dia7-8

A los 3000 metros hemos avistado una pequeña construcción hecha de uralitas a 50 metros del camino y el Hermano Vadillo se ha acercado a ver si vivía alguien. Yo era bastante escéptico que a estas altitudes, en medio de la nada y en una ínfima construcción pudiera habitar alguien. Pues no. Por increible que parezca nos hemos encontrado a un señor mayor, un anciano, que entendía pocas palabras de castellano y vivía allí sólo con su perro. Nos hemos sentado a conversar con él y nos ha contado que vive allí sólo todo el año y que baja a veces a Ollantaytambo a comprar comida. Hemos compartido con él un poco de pan con mermelada y el hombre parecía feliz. Ha salido a despedirnos cuando hemos seguido nuestra marcha.

dia7-7

Hemos seguido ascendiendo y cruzándonos con algunos guías y turistas gringos hasta encontrar la parte de las canteras bajas. Impresionante. Allí encontramos lo que se llaman las "piedras cansadas", las que tiraban por el precipicio hasta el valle pero que se quedaban enganchadas y era imposible moverlas. Estas auténticas moles pesan toneladas y son inmensas.

dia7-10

También alrededor de la cantera podemos encontrar decenas de tumbas incas, lo que nos indica el alto índice de siniestralidad que implicaba esta dura tarea y que después tanto emocina a quien sólo acaba viendo las contrucciones incas de sus fortalezas y casas en las ciudades.

dia7-11

Una vez vistas las canteras y las tumbas, en vez de seguir el sendero que nos llevará hasta el fondo el Valle Sagrado, a la población de Cachiccata, nos hemos metido pendiente abajo. Es lo que tiene ir con un par de cabras como José Luís y yo. Era demasiado sencillo seguir el camino marcado. Esto, con algunos pequeños contratiempos, nos ha llevado a un prado donde estaba una casa en la que habitaban 3 niños con su padre y tenían gran cantidad de animales de granja como dos cerdos, gallinas, pollitos etc. Hemos conversado un rato con la familia y como es tradicional en José Luís (tengo que aprender mucho) les ha dado a niños unos caramelos.

dia7-12Una vez ya en población de Cachiccata hemos seguido andando hasta la siguiente, cruzando el río, y nos hemos parado a hacer unas merecidas chelas, pues el calor de hoy ha sido terrible. Allí queríamos tomar una mototaxi para que nos llevará hasta Ollantaytambo pero no pasaba ninguna. Así pues hemos decidido seguir por la carretera a pie hasta la estación de autobuses. Nos hemos comido todo el polvo que el tráfico generaba en la zona donde la carretera se estrechaba ya que en medio había otra piedra cansada.

Una vez ya en Ollanta hemos vuelto a Urubamba donde nos esperaba la mamita Chabela con un almuerzo para reponer fuerzas a base de papas con manitas de chancho (pie de cerdo)  y una fantástica trucha de segundo plato.

dia7-4

Y aquí estamos, escribiendo esta entrada recordando la maravillosa excursión que el Hermano José Luís me ha brindado.

dia7-13

Share