Ley de Murphy «Si algo puede salir mal, saldrá mal»

Han sido 8 meses de grandes retos y salir de la zona de confort en cada uno de los módulos del PUX. En los cuales me llevo conmigo muchos conocimientos, grandes experiencias, buenos recuerdos, el haber conocido y compartido todo esto con excelentes personas; pero sobre todo el haberme podido enfrentar a una de las cosas que más pánico me da, que es hacer una presentación en un auditorio rodeado de personas.

En el último punto del proyecto, las cosas tomaron una mala dirección. Mi exposición no salió como esperaba, me quede en blanco, tenía desordenadas mis tarjetas, no podía ni hablar, me temblaban hasta las rodillas. Mire la pantalla donde estaban mis diapositivas, respiré e intenté seguir ya que nadie mejor que yo conocía el diseño que habíamos creado para el cliente. Este tipo de situación son buenas porque te ayudan a conocer tus límites y a querer superarte, estoy convencida que teníamos un buen producto que ofrecer al cliente, que ofrecíamos una plataforma más evolucionada, con una clara jerarquía de la información. Pero la presentación no lo reflejaba.

Para hacer una buena presentación, recomiendo que hagas las cosas que no hice, pero que debí hacer:

• Dormir al menos 6 horas el día previo, parece una tontería pero es necesario ya que estar sobre mucho estrés requiere que estés descansado para pensar con claridad.
• Desayuna! necesitas energías para enfrentar los retos.(Los dos primeros puntos son importantes aunque no lo parezcan, influyen)
• Ensaya todas las veces que puedas la presentación. Si puedes, con varios días de margen.
• Haz una prueba in situ antes de la exposición, para confirmar que la presentación está ordenada.
• Sé breve, claro y conciso.
• Usa metáforas para aclarar tu mensaje y facilitar que el público lo recuerde.
• Cuando haya ocasión aporta un fino toque de humor. Mejorará el ambiente y la atención.
• Evita las muletillas, porque distorsionan el mensaje, dificultan su comprensión.
• Cuida el tono, practica la entonación para que no suene como si estuvieses leyendo un libro de texto.
• Apóyate en imágenes, muestra de manera visual el contenido del que estas hablando o en ejemplos que respalden tu concepto.
• Cuida la velocidad y mide el ritmo de la presentación. Incluye pausas donde sea oportuno, crean atmósfera para una presentación y en casos de estrés te permiten respirar.
• Formula una pregunta retórica o finaliza un argumento y deja pasar treinta segundos antes de continuar.
• Y sobre todo, si te quedas bloqueado, respira, relájate y concéntrate en lo que estas haciendo.

Para concluir quiero aprovechar la oportunidad para sacar lo mejor de aquellas situaciones que no salen como esperas, es momento de asumir responsabilidad por la cosas que no hiciste bien y mejorar aquellas debilidades.

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