Primero: conocer los mínimos de tu cliente

Poder valorar un proyecto UX es desde luego imposible sin conocer unos mínimos de tu cliente. ¿Cúal es la misión de la empresa?

Desde luego que la mayoría contestarán que ganar dinero, entonces ¿Basta con poner un call to action vistoso? ¿Y con un diseño bonito? Si mi producto es de calidad ¿Se venderá por si solo? Obviamente no.

El bagaje de la empresa nos ayuda a entender mejor sus necesidades, recopilar toda la información para realizar una propuesta económica, es empezar a trabajar!
Antes de llegar al diseño hay mucho trabajo, investigar y analizar toda la información es básica para finalmente dibujar los wireframes que podrán diseñar y posteriormente testear esos prototipos.

Valorar estas fases y añadirle el margen te dará el resultado de tu trabajo.