SALIDA EN FALSO, SEGUIMOS

Los arranques de proyecto siempre son complicados en cualquier ámbito de la vida, uno tiene que estar preparado para saber hacer frente a tiempo a las adversidades que se presenten, aunque, en ocasiones, te den ganas de salir corriendo. Al final, sin saber muy bien cómo, consigues llegar al final del camino de la mejor manera posible. Este comienzo de Master no es una excepción. Desde el día uno tienes que preparar un documento de gestión de un proyecto UX, independientemente del conocimiento que tengas sobre la materia y tu experiencia. - Esta es la documentación, te parecerá escasa pero tienes de sobra para realizar este módulo. - Estos son tus compañeros de equipo, contáctalos cuanto antes si no quieres perder el tren. - Ponte las pilas. El primer pensamiento natural es, donde me he metido, yo he venido aquí a aprender no a sufrir un pinzamiento cervical del stress generado por la incomprensión y un cierto desánimo por las expectativas creadas. Pero poco a poco vas conectando con el equipo, compartes impresiones, desesperación, quejas, dudas, y comienzas a sentirte aliviado porque ves que no estas solo, que todos estamos en el mismo barco pese a la tormenta. Y ahí comenzamos los cuatro a formarnos como equipo, fallando en lo que hay que fallar, dudando de lo que hay que dudar, desorganizando lo que hay que desorganizar, descentralizando todo lo que se puede descentralizar, en busca de un foco que ni está, ni se le espera. Y de repente, clic. Uno comenta algo que te inyecta el optimismo enterrado, otro se suma y aporta un conocimiento con el que no contabas, y te ves en la rueda de producción de un proyecto que tienes que sacar adelante, que los vas a sacar, y ya hablaremos cuando toque. Y comienza el lento ascenso, empiezas a utilizar alguna herramienta y metodología apropiada, ves resultados a corto plazo y te creces. Empiezas a comunicarte mejor, cada uno empieza a adoptar el role con el que cree que más puede ayudar al resto y, aunque sabes que lo sigues haciendo mal, estás mejor que ayer. Y mañana, cuidado mañana. En fin, con esta primera entrega nos hemos quitado un peso de encima indeterminado, hemos conseguido elaborar una buena documentación “a ciegas” y sin saber muy bien un “por qué”, pero con la sensación de que has aprendido algo que todavía no te han enseñado. Salida en falso, seguimos.