Accesible es para todos

Ya casi en el ecuador del MUX, cerramos el módulo de accesibilidad. Para muchos hasta ahora, la accesibilidad no era más que un menú arrinconado en el panel de control de Windows, o un apartado nunca usado en los ajustes del smartphone. Gracias al MUX, hoy sabemos que la accesibilidad es más que eso. Y no solamente lo sabemos, sino que estamos mucho más concienciados con el tema. Y esto es gracias al planteamiento del módulo, que al principio nos introduce a los conceptos más técnicos y burocráticos de legislación y normativas, para luego meternos en la piel de personas con necesidades especiales de la mano de Elena de BJ Adaptaciones.

Otra idea preconcebida sobre accesibilidad que yo tenía es que se trataba de algo que hay que saber porque hay normativas que deben cumplirse. Sin embargo, ahora sé que este planteamiento se queda algo raquítico con respecto a lo que realmente representa la accesibilidad. Y es que, en primer lugar, cuando hablamos de experiencia de Usuario, hay que pensar en todos los usuarios. Ya de natural nos sale pensar que un buen UX debe comprender tanto a usuarios tecnológicamente más hábiles como a perfiles más sencillos.

Por lo tanto, sería incoherente no plantear un buen UX de manera que también abarcara tanto a usuarios en plenas facultades como a usuarios con algún tipo de discapacidad. En segundo lugar, muchas veces lograr reunir los requisitos para que un producto digital sea accesible significa mejorar la visibilidad, el diseño, la operabilidad, etc. de las interfaces. En consecuencia, hemos podido comprender que las mejoras de accesibilidad muchas veces van de la mano con una mejora del UX para usuarios de cualquier perfil. Y, en tercer lugar, una web accesible debe velar por tener una buena arquitectura de la información, por emplear un lenguaje comprensible, por identificar mediante código todos sus componentes…

Y todo esto resulta también en una mejora del posicionamiento de la página en búsquedas orgánicas (SEO). Finalmente, valorar como muy positiva la aportación de Elena Ballesteros de BJ Adaptaciones para introducirnos en el mundo de las tecnologías de adaptación. Con ella descubrimos en primera persona los dispositivos y softwares que emplean para interactuar con el ordenador las personas con diferentes discapacidades, nos pudimos meter en su piel y también nos enseñó a introducir en el proceso de diseño de un producto el planteamiento de que sea accesibles.