¡Sorpresa!

Siempre soy bastante positiva en todo a lo que los proyectos se refiere. A estas alturas del máster, e incluso en momentos en que parece que nos va a costar terminar el módulo a tiempo, he confiado plenamente en las capacidades de Gamma Team para lograr los objetivos acordados.

La verdad es que en ningún momento del curso nos habíamos encontrado en un contratiempo que nos hiciera dudar de si estábamos hiendo por el buen camino. La razón fue que después de la entrega del módulo cinco, el cliente se sorprendió al ver nuestra propuesta de conceptualización del proyecto del CCCB.

Aparentemente no estaba de acuerdo con la línea general que estaba cogiendo el proyecto y nos dio a entender que había algunas cosas que a nivel de política del centro no se podían obviar y otras que las veían demasiado atrevidas. Es decir, que estábamos planteando una utopía que les encantaba, pero que no encajaba con lo que ellos necesitaban. Con el prototipo ya hecho y ya empezado el módulo seis, el caos nos invadió por unos momentos.

¿Por donde tenemos que seguir ahora? Entiendo que en un proyecto normal, se paran máquinas y se hacen reuniones de iteración con el cliente para reconducir el trabajo, y una vez ya se han aclarado todos los puntos, se vuelve a plantear el prototipo a partir de las directrices y los intereses del cliente. En nuestro caso, el curso sigue evolucionando y los módulos no esperan.

Decidimos salir de dudas, e ir a por todas. (Casi puedo asegurar que esto solo es una pequeña piedra en el camino, y nada comparado con las piedras que nos encontraremos día a día en la “vida real”). Así que buscamos fecha y planteamos reunirnos con el cliente para que nos aclarara todas las dudas surgidas, y que nos explicara in-situ, sus inquietudes.

Tengo que decir que fue una gran idea. Hablando con ellos entendimos mejor que les preocupaba, cuáles eran sus puntos de vista, que esperaban de nosotros y como podíamos enfocar a partir de ahora el proyecto, teniendo siempre en cuenta que estamos en un curso, y que éste tiene unos módulos y unas fechas que cumplir.

Así que pasamos del momento en que sentíamos que nos estábamos saltando pasos del proceso e yendo a ciegas, donde parecía que no podíamos avanzar con el proyecto “escolar” independientemente del proyecto real del CCCB, al momento en que retomamos el proyecto y lo redireccionamos, cogiendo lo que ya teníamos plasmado en el prototipo, las conclusiones de la reunión con el cliente, y el trabajo a realizar en el módulo seis. Complicado pero cierto. Creo que hemos logrado redefinir y seguir adelante con unos resultados aún más interesantes.