Urubamba 2022: día 16

Estamos a punto de cerrar el proyecto Urubamba 2022. Como es tradición, no puede faltar la subida a la cruz de Tantamarka, que se eleva por encima de la población. Es una acción que todo el equipo hace cada año de proyecto y que nos sirve para poder ver la población que nos acoge, dar las gracias por su acogida y poder reflexionar sobre el proyecto. Pero este año 2022 ha significado mucho más para todos nosotros.
 

Durante todo este proyecto Urubamba 2022, hemos querido tener muy presente a Oriol Marco. Él formó parte de Urubamba 2019, último viaje antes de la pandemia. Oriol nos dejó en mayo de 2021. Le hemos querido recordar con dos imágenes en nuestra sala de reuniones de La Salle Urubamba. Pero hoy queríamos hacer algo especial.

Así que por la mañana subidos todo el equipo a la Cruz de Tantamarka (3.218m) no tan solo para ver unas fantásticas vistas del Valle Sagrado y de la población de Urubamba, sino para grabar un pequeño vídeo homenaje a Oriol (que próximamente publicaremos). Finalmente dejamos todas las cintas en recuerdo a Oriol en un lugar que Oriol apreciaba especialmente.

Nos hicimos una foto de familia y nos quedamos un buen rato disfrutando de las vistas al Chicón y al resto del Valle en un día claro y diáfano. Bonita mañana y un cierre emocional que nunca olvidaremos: las cintas formado el color de la bandera inca con el nombre de Oriol.

Después seguimos con el último almuerzo de todo el equipo. Y ya a primera hora de la tarde tuvimos la suerte de ser invitados a participar en el programa de radio La Salle Rimarinakusunchis “La Salle y el Saber” para por explicar nuestra experiencia estos 15 días y dar las gracias a La Salle Urubamba, a las instituciones educativas de Pachamama (Qhillqanqa) y San Luís Gonzaga (Maras) por todo lo que nos han dado y enriquecido.

Y empezó la tarde de despedidas. Primero fue Mar Expósito y Jordi Rodeiro los que partieron hacia el aeropuerto de Cusco para regresar hacia a casa. Los primeros abrazos y esa sensación entre tristeza y alegría. Alegría por el trabajo bien hecho, tristeza por dejar el equipo y la finalización del proyecto.
Un poco más tarde eran Mari Romero, Alba Llauró, Álvaro Heredia y Àlex Marín quienes iban hacia Cusco para tener una larga noche de autocar hacia Puno. Proseguirían unos días más disfrutando de las tierras peruanas. Alguna lagrima (seguramente más de una) nos cayó entre abrazos y besos de despedida.
Y nos quedamos Silvia, Sara, David y quien les escribe estas líneas con una sensación de vacío de equipo pero a la vez también con una sonrisa en nuestros rostros, felices de poder tenido la oportunidad de participar en un proyecto que ya llega los 10 años de vida y formar parte de un gran equipo humano.