Urubamba 2022: día 19 y 20
Dado que nuestro vuelo salía de Cusco a las 6.30 a.m. del miércoles 3 y, por lo tanto, debíamos estar en el aeropuerto sobre las 4.00 a.m., nos pareció razonable ir a dormir en la ciudad de Cusco para no tener que levantarnos a horas intempestivas y hacer viaje de Urubamba a Cusco aquella misma madrugada.
Así que dejamos nuestra apreciada Urubamba el martes 6 a media mañana. Los Hermanos de La Salle, José Luís y Manuel, vinieron a despedirnos. También estuvo allí Lupe, nuestra amiga desde hace 10 años para darnos el abrazo final. Como siempre, pero quizá este año más que nunca, tristeza en el momento de salir y encaminarnos hacia Chichero dejando atrás el Valle Sagrado de los Incas.
Los cuatro que quedamos (Silvia, Sara, David y quien les escribe en este blog) pasamos el día en Cusco y nos dimos un pequeño homenaje almorzando en Chicha, el restaurante de Gastón Acurio. Deliciosos platos, fantástica decoración y bonitas vistas desde el primer piso del restaurante.
Por la tarde estuvimos callejeando por Cusco, pasando por el mercado de San Pedro, por el Qorikancha y la Plaza de Armas ya con luz nocturna. Y a dormir pronto puesto que el taxi nos pasaba a buscar a las 3.30 a.m. por el hostal.
Día 20 de nuestro proyecto, 3.30 a.m. Bastante puntual nos recoge el taxi que nos lleva al aeropuerto. Sin tráfico. Llegamos 3.50 a.m. Aeropuerto cerrado. Nos dicen: “Ya van a abrir”. Nos deja el taxista fuera y a las 4.00 a.m. (3 grados centígrados) ya entramos a pie. Instalaciones cerradas. “¿Cuándo van a abrir? – Pregunta Sara a uno de los vigilantes. “Cuando lleguen señorita” – Le contesta. Una hora después abren finalmente el aeropuerto. Son las 5.00 a.m. Facturamos sin problema pero con la mala noticia que debemos recoger el equipaje en Lima porque volamos en compañías diferentes.
Llegamos a Lima. 8.00 a.m. Vamos a por el equipaje puesto que nuestro vuelo a Lima – Madrid sale a las 10.20 y mucho margen no hay. Salen todas las maletas… menos las nuestras!! 9.00 a.m. Pánico. Dividimos equipo. Una señora cusqueña y tres del equipo emprenden a gritos con un revisor de Latam. ¿Dónde están nuestras maletas? Un servidor se va al mostrador de Air Europa a advertir que nos demoramos por el equipaje. Llegan Sara y Silvia derrapando con el carro de las maletas estilo Carlos Sainz (padre). Bodega cerrada del equipo. 9.15 a.m. Por favor, por favor, por favor. Bodega abierta del equipaje. Sprint hacia controles de entrada. Nos saltamos inmigración por carril de priority porque había más de una hora de cola. 10.00 a.m. embarcando con una empanadilla en la mano para subsistir a tantas emociones.
A partir de aquí 11 horitas de vuelo calmada y tranquilo hacia Madrid. Aterrizamos en Madrid sobre las 4.30 a.m. (por el cambio horario) de ya jueves 4 de agosto. 26 grados de temperatura. Buff. Un croissant y un café nos reaniman y tan solo nos falta el Madrid – Barcelona que va on time.
Llegamos a Barcelona a la hora prevista: 8.55 a.m. Recogemos equipaje sin problemas, más allá que nuestras maletas salen casi las últimas de todo el pasaje. Calor!! Jet lag. Pero esa sonrisa de satisfacción del trabajo bien hecho y de ir archivando todas las experiencias, aprendizajes y logros en nuestra memoria. Gran equipo Urubamba 2022. Ya os estoy echando de menos.
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