Urubamba 2015: día 3
El segundo día en Pampallacta, martes 21 de julio, siguiendo el proyecto e-yachay, fue igual o mejor que el primero. De entrada toda una experiencia dormir en las aulas de la escuela de Pampallacta. Pensábamos que pasaríamos más frío pero las frasadas (mantas) y las colchonetas de la escuela que nos proporcionó el Hno. Vadillo atenuaron cualquier inconveniente.
Un espectáculo levantarse en la escuela y poder ver como van llegando los alumnos a partir de las 7:30 horas, apareciendo de los lugares más remotos de la montaña. Un placer verlos jugar a primera hora a canicas mientras esperan la llegada de los profesores desde Calca.
Sobre las 8:30 horas la escuela se pone en marcha y nosotros recibimos a los alumnos de 4º grado de primaria en la llamada aula de innovación o aula de cómputo. Seguimos realizando pruebas con los celulares (móviles) coon los alumnos que nunca han tenido un aparato como este entre sus manos. La experiencia increible. La capacidad de aprendizaje de manejo de los smartphones igual que la de los estudiantes de Barcelona.
Así seguimos después con alumnos de tercero de grado, segundo y hasta llegar a primero de grado de primaria. Los de primero y segundo de primaria no les costó el uso del móvil sino entender las explicacions ya que casi no hablan nada de castellano. Por suerte sus dos profesoras nos apoyaron mucho traduciendo todas las explicaciones al quechua.
También recogimos las encuestas de valoración de todos los chicos y chicas de toda la primaria (de primero a sexto), así como de sus profesores, para poder realizar un estudio dentro del proyecto.
Al finalizar el día escolar, sobre las 1:30 a.m., nuestros compañeros Guillem Villa, Arnau Colomer y el Hermano Vadillo marcharon hacia rubamba puesto que el miércoles empezaban los cursos de Fotografía Digital y Producción de Vídeo para los estudiantes del ISEP La Salle Urubamba y también el curso de HTML5 y CSS3 para los profesores del Tecnológico de Informática.
Los restantes miembros del equipo (Mari Carmen Romero, Emiliano Labrador y yo mismo) permenecimos una noche más en Pampallacta puesto que para el miércoles nos esperaban las pruebas con los estudiantes de secundaria. Y si la crónica del lunes la cerrábamos con una espectacular fotografía nocturna del cielo de pampallacta, el mertes lo cerramos con una de la luna en una fría noche a 3900 metros.
