El Ejército Rojo al rescate de España

"Artículo publicado en la Vanguardia escrito por el Dr. Jordi Garrido i Pavia, responsable del International MBA de La Salle-Universitat Ramon Llull"

El turismo es el flotador de la economía española y no por méritos propios, sino por la inestabilidad de países mediterráneos como Egipto y Túnez. ¿Han pensado qué sería de nosotros sin la Primavera Árabe?

A pesar que el año 2012 fue el tercer mejor año de la historia en llegada de extranjeros a España, también durante el año pasado la cifra de empresas concursadas en el sector subió un 32%, en lo que va de año la cifra de turistas ha caído un 1,3%  y, encima, el turista nacional ha desaparecido.

Este último dato es preocupante ya que la caída de las reservas nacionales fue tan fuerte que no se compensó con las buenas cifras en el gasto y en la llegada de turistas extranjeros. La recuperación del turismo interior se producirá cuando la economía española se recupere, por tanto ¿donde están las medidas de estímulo que tanto demandamos?

El gobierno tiene, desde hace años, unos retos en el sector como son la desestacionalidad del turismo de “sol y playa”,  la profesionalización de los sectores implicados en el turismo de “sol y playa”, la utilización de las nuevas tecnologías para reducir costes, la utilización del marketing digital para conseguir turistas de mayor nivel y más jóvenes, y la diversificación de la oferta turística.

No me atrevería a decir en qué medida se han alcanzado,  pero cabe mencionar que a los diferentes gobiernos les ha podido más el “cortoplacismo” que la visión a largo plazo, por lo que no hemos sido capaces de reforzar nuestro único sector estratégico, ni de profesionalizar ni  evolucionar sus subsectores  hotelero, de aerolíneas y de agencias de viajes.

Las decisiones del gobierno no contribuyen a hacer más competitivo el sector. De la negativa a crear un tipo de IVA súper reducido, a incrementar éste al 10% y al 21%, pasando por una reforma laboral que no recoge la idiosincrasia del sector, la reducción de ayudas, la eliminación de la bonificación de las tasas aéreas, etc.

Pero la fortuna nos vuelve a sonreír ya que ahora somos el primer destino preferido por los turistas rusos por lo que, con avidez, fijamos nuestros ojos sobre la madre Rusia.

El presidente del Gobierno de Canarias considera que el mercado ruso debe ser su  "gran apuesta" para los próximos meses;  La secretaria de Estado de Turismo también lo considera prioritario y por ello se modifica la política de visados para ciudadanos rusos; El Conseller de Turismo desea que en Valencia el turismo ruso crezca un 50% ya que gastan mucho más que el resto de turistas y encima invierten en bienes inmuebles, por lo que desea “convertir Valencia en una pequeña Rusia, pero con buen tiempo”.

Es innegable que estas acciones “cortoplacistas” son buenas para el sector, siempre y cuando los responsables políticos sean capaces de continuar trabajando para superar con éxito los retos que el sector tiene pendientes desde hace años.