Liderazgo de equipos

¿Cómo desarrollar un equipo? ¿Con qué herramientas? ¿Qué parámetros considerar para el éxito o el fracaso? ¿Cómo somos liderando equipos? Estas y otras preguntas nos planteamos en la nueva clase de Liderazgo de Equipos. Un materia que, más que materia,  la llamaría encuentros.  Son dos horas y media de reflexión e introspección sobre las conducta humanas en grupo y las propias conductas en relación con las personas que nos rodean. Una asignatura sorpresa, fuera de la línea académica tradicional, fundamental en la formación de cualquier directivo. Pensar sobre uno mismo en intercambio con los demás, poder verse desde adentro y desde afuera, analizar los momentos de comunicación con los compañeros de trabajo y empezar a ponerse en el lugar del otro a la hora de relacionarse. Son éstas algunas de las líneas que vamos desarrollando a través de casos, cuestionarios y charlas con el profesor. Como un chaise longue en el medio del International MBA de La Salle, en el que en vez de absorber conocimientos desde afuera, se intenta que nos detengamos a encontrar lo que sabemos de nosotros mismos, que tomemos conciencia de lo que somos y, a partir de ello, podamos modificar positivamente nuestras acciones y hábitos. Somos como somos, en parte, por nuestra historia y nuestra circunstancias, ello no quita que podamos mejorar, que debamos ser inamovibles ¡Bienvenido el cambio, si es para mejor! El líder de un equipo de trabajo debe ser los suficientemente flexible como para analizarlas dinámicas de las personas que le acompañan y la propia y, así, poder influir positivamente en el grupo. Un grupo bien liderado es un grupo motivado y que cosecha éxitos.