Proyecto Kurku Kallpanchay
Vamos con un poco de retraso en las crónicas debido a la falta de conexión en las comunidades alto andinas. Esperamos el fin de semana por relatar todo lo acontecido durante esta semana que ha sido intensa, enriquecedora y con gran retorno para todo el equipo. De momento os dejamos con una crónica fantástica del nuevo proyecto que abrimos este año, introduciendo la educación física y el deporte en nuestro Proyecto Urubamba, gracias a Josep Solà y Verònica Riera, nuestros compañeros de la Facultat de Ciències de l'Educació i de l'Esport, Blanquerna. Así hacemos más gran el proyecto y lo extendemos a toda la Universitat Ramon Llull de Barcelona. Lo hemos llamado Proyecto Kurku Kallpanchay, quizá un nombre difícil para los no quechuaparlantes... estamos abiertos a vuestras sugerencias. Aquí va la crónica.
6:30 de la mañana. Suena el despertador y nos ponemos en marcha hacia Huilloc. El día se despierta frío y nublado pero pronto nos invade la calurosa y afectiva bienvenida de las niñas y niños de Huilloc que nos reciben con tímidas sonrisas. Después de un deseado tazón de té caliente los pequeños de la zona se dirigen hacia sus aulas para participar en los diferentes talleres. Los dos grupos de tercero empiezan el día con Educación Física. Muchos de ellos vienen preparados con zapatillas pero la mayoría llevan sus habituales ojotas (la sandalias típicas peruanas). El objetivo general del proyecto Kurku Kallpanchay es la inclusión a través del deporte y para ello la sesión se estructura a través de juegos centrados en romper las barreras de género existentes en las comunidades andinas.
La sesión se desarrolla de forma amena y divertida entre quechua y castellano. Estos pequeños tienen un gran interés en aprender y participan muy activamente en la clase de Educación Física. Las barreras existentes entre los dos géneros son palpables en cada juego planteado, sin embargo, a través de las actividades y las reglas parece que se hacen menos visibles. Niños y niñas comparten un mismo espacio, unas mimas reglas de juego y un mismo objetivo, y lo que es más importante, se divierten todos juntos. Parece que el objetivo planteado se cumple aunque somos conscientes que aun queda mucho trabajo por hacer.
Descanso. Finalmente, un momento para recuperar nuestros pulmones. Estos pequeños andinos tienen una fuerza y resistencia que superan en mucho las nuestras. La altitud juega a su favor y su energía nos agota al mismo tiempo que se nos contagia. La escuela se encuentra en un entorno privilegiado a 3.650 metros, un auténtico paraje natural formado por un manto de colores verdes y amarillos que nos recuerdan que a pesar de las muchas carencias que tienen las comunidades, la escuela desarrolla su actividad en medio de un paisaje andino de auténtica belleza y frescura.
Empieza la segunda sesión. Esta vez tenemos al grupo de 40 y las expectativas son altas. El grupo es más reducido y entienden y hablan el castellano perfectamente por lo que podemos incidir más en los detalles y trabajar de forma más dinámica. La sesión fluye, los juegos funcionan, el material es el adecuado y lomás importante, todos estamos disfrutando. Siguiendo la norma que dice que el tiempo vuela cuando lo pasas bien, hemos llegado al final dela sesión y es hora de ir a comer. Niños y niñas recogen sus ponchos y faldas y vuelven a vestirse sus trajes tradicionales de colores alegres en los que predominan tonalidades de rojos y naranjas.
Después de 2 días en Huilloc, estamos muy contentos de haber podido tener la oportunidad de compartir estos aprendizajes con estos pequeños andinos. Sabemos que dos días no son suficientes para dejar huella pero esperamos haber plantado una pequeña semilla que pueda seguir creciendo en los próximos años.