¿Y la higiene?

¿Os habéis preguntado alguna vez todo lo que implica ir al baño y tirar de la cadena? ¿O ducharse? Aunque cada vez somos más los que vamos tomando conciencia del tema, cuando estás aquí lo valoras bastante más. Por no hablar de la cantidad de basura que acabamos generando al cabo del día, una brutalidad.

Según el tratado antártico, una Base como la nuestra no está obligada a hacer tratamiento de aguas residuales. Parece mentira, pero aunque nuestro país no suele ser ejemplar en casi nada, esta Base sí que hace tratamiento de aguas residuales.

El pequeño contra es que esta Base se pensó inicialmente para unas 12 personas, entre ellas personal técnico e investigador. Ara somos unos 25, sin contar a los compañeros chilenos que están trabajando en las obras de remodelación de la Base.

¿Qué implica? ¡Pocas duchas!! Aproximadamente unas dos por semana, pues las instalaciones no dan para más. Una sola ducha y dos baños a compartir con 24 compañeros más, ¡surrealista!! Derecho a lavar la ropa una vez por semana... suerte que todo el mundo está en las mismas condiciones, que si no... la gente saldría corriendo con tal de evitarme.

Todas las aguas residuales van hacia una fosa séptica (¡que produce una peste terrorífica!), donde unas bacterias se comen toda la suciedad que contiene el agua, dejándola en un estado bastante óptimo para devolverla al mar sin dañar este paraíso blanco que es la Antártida.

El problema es que las bacterias no se tragan el papel higiénico, ¿me vais pillando? ¿Os lo podéis imaginar? Y, asustados, me preguntaréis... "¿y qué pasa cuando tienes...?" ¡Fácil! ¡El mundo no se acaba porque no puedas tirar el papel higiénico en la taza del WC! Tenemos un cubo donde vamos depositando los papeles higiénicos según los vamos utilizando. ¡No creáis que me hacía demasiada gracia al principio, pero al final te acostumbras y todo!!

Aquí, en esta foto, me tenéis con Joan Riba, el técnico medioambiental de la Base, a quien yo prefiero denominar "El guardián de la fosa séptica". Supongo que debe de ser un trabajo bastante horroroso en algunos casos, sobre todo cuando se embozan ciertos conductos, pero os puedo asegurar que, gracias a que él nos mantiene a raya, la cosa ha ido sobre ruedas, a pesar de haber overbooking en la Base.

Además se encarga de hacer todos los análisis de agua para garantizar que el impacto negativo que recibe la isla sea el mínimo posible. ¡Como persona os puedo asegurar que es un cachondo!

Yo creo que cada día se levanta una hora antes y empieza a pensar a ver qué chistes y bromas puede gastarle a Ramón, el cocinero. Están todo el día como perro y gato, pero realmente son inseparables. Creo que le debo la mayor parte de las partidas de caja que sufro cuando nos juntamos todos después de comer.

No sé cómo, pero se le ocurre de todo, a este tío. Por cierto, en esta foto podéis observar que lleva la caja de póker en la mano. No es casualidad: aunque asegura que en su vida había jugado más que a la típica partida de póker entre amigos, resulta que jugar contra éste significa perder.

La emoción del juego y su sentido del humor hacen ineludible la cita con el mantel verde, las fichas y las sotas, picas, tréboles y corazones. La foto está tomada dentro de este "espacioso" cuarto de baño donde hay una ducha, lavadora, secadora, dos WC y dos pilas para lavarse la cara, los dientes, afeitarse... ¡todo para sólo 25 personas! Vaya, que he visto pisos para 3 personas con cuartos de baño más grandes que éste!!!

En fin, una experiencia en todos los sentidos. ¡Para el del olfato también!! Jajajajaja