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01 Diciembre 2015 | Publicado por Redacción Alumni

Solo puede quedar uno

Y así, con esta rotundidad, es como Sílvia Forés, autora del libro con el mismo nombre, explica todo acerca de los procesos de selección y la carrera de obstáculos que supone ser el elegido.

Desde el Blog de La Salle Alumni os vamos a dar respuesta a las ocho preguntas que nos hacemos todos, mientras realizamos la ardua tarea de buscar empleo.

El uno que queda - Blog La Salle Alumni            El uno que queda - Blog La Salle Alumni

 

  1. ¿Qué tener en cuenta antes de enviar el CV?

Primera impresión, solo hay una: Los reclutadores se informan de quienes somos, antes de convocarnos a una entrevista y lo hacen a través de Facebook, Twitter y Google. Sobre todo hay que vigilar el mundo que hemos creado en las redes sociales. Antes de nada, asegurarnos de la política de privacidad que tenemos establecida para nuestro perfil, con el fin de evitar que salga a la luz contenido desafortunado o fotografías comprometedoras.

De tanto en tanto es recomendable hacer búsquedas sobre nosotros mismos en Google para ver qué es lo que aparece. Y por supuesto, antes de nada, hay que informarse sobre la empresa en cuestión, ya que a la hora de mandar el CV se pueda hacer adaptado a las necesidades y requisitos que demandan en la oferta.

  1. ¿Cómo tiene que ser el CV?

Menos siempre es más: Los curriculum vitae tienen que ser sencillos, claros, no demasiado extensos (no más de dos páginas) y que hablen por sí mismos. La imagen, nada de recortarla de una de grupo e incrustarla en el documento. Lo mejor, un fondo neutro y un medio plano con sonrisa natural.

  1. ¿Qué contenido poner en el CV?

Se coge antes a un mentiroso que a un cojo: ¿Para que vamos a mentir si en algún momento nos vamos a delatar? La mayoría de veces mentimos en idiomas o en conocimientos adicionales y es absurdo porque en todas las entrevistas ponen a prueba tu nivel. Si hemos ido de Erasmus, hay que ponerlo, eso nos ayudará a avalar el nivel de idiomas.

Como ya se ha comentado en apartados anteriores, lo ideal es adaptar el CV al puesto que estamos demandando y no dejar de poner trabajos que hemos realizados y que nos hayan aportado algún aprendizaje. Eso sí, hay que añadirlo en información complementaria.

  1. ¿Cómo lo mandamos?

Todos los caminos llevan a Roma: Hoy en día, tenemos mil y una plataformas para acceder a ofertas de trabajo y es paradójico porque es el momento en el que más cuesta encontrarlo. Linkedin es la red social para profesionales por excelencia. La mayoría de empresas cuelgan ofertas en sus páginas y por este motivo hay que estar al día. Luego están los portales genéricos tipo Infojobs donde también hay bastantes ofertas y es otra vía de acceso a encontrar un puesto de trabajo. Otra de las opciones, es visitar la página web de la empresa y buscar las ofertas que tienen publicadas en el apartado trabaja con nosotros. Todo esto englobaría la parte de búsqueda de trabajo reactiva. Lo que es muy interesante es la búsqueda de trabajo proactiva, es decir, seleccionar las empresas en las que nos gustaría trabajar y hacer una auto candidatura acompañada de una carta de presentación aun sabiendo que no tienen ningún puesto vacante. De esta manera, conseguiremos que quizás nos tengan en cuenta para la próxima vez. Es importante que lo enviemos desde una cuenta de correo con nuestro nombre y apellidos, que de buena imagen.

  1. ¿Cómo preparamos la entrevista?

No hay mal que dure cien años: Sabemos que hay nervios, de hecho es normal que los haya. Pero dentro de lo posible hay que ir tranquilo. Sabemos lo que valemos, no hemos mentido en nuestro CV y nos han llamado, por la tanto: ¡Podemos hacerlo! Lo mejor es prepararse en casa las respuestas a las preguntas tipo. De esta manera, evitaremos quedarnos en blanco, cosa habitual dada la tensión del momento.

Tenemos que saber lo que han hecho hasta el momento, seguirlos en sus redes sociales y dejar ir algún comentario para que quede claro que estás enterado. Por último, nunca cambiar una cita a no ser que sea motivo de vida o muerte. Si estás en búsqueda activa de empleo, las entrevistas son tu prioridad. En caso de que estés trabajando, las empresas se suelen adaptar, así que concretar un día y no falles. Ah, y llega siempre entre 5 y 10 minutos antes.

  1. ¿Cuál es el dress code?

One is never over-dressed or underdressed with a Little Black Dress: Para las mujeres: No hace falta ir vestida de ceremonia a una entrevista de trabajo ni tampoco con vaqueros y deportivas. Lo ideal, lo más natural y cómoda posible. Un pantalón, una blusa y un zapato mono, es perfecto.

Para hombres: El traje es el comodín y siempre queda bien, aunque hoy en día se lleva más el smart casual, una camisa, una americana, un pantalón liso y unos zapatos sport.

  1. ¿Cómo afrontar la entrevista?

Siempre positivo, nunca negativo: Lo dicho, ser siempre positivo, la negatividad es la peor sensación a transmitir al entrevistador. Ser ingenioso pero sin pasarse de listo, ser divertido sin ser pesado. Encontrar el término medio. Lo mejor es transmitir pasión por el trabajo a realizar, ser educado, recordarle al entrevistador quien eres. No olvides hablar del salario, ya que todos trabajamos para ganar dinero, pocos por amor al arte pero hazlo al final de la entrevista cuando te pregunten si te ha quedado alguna duda. Del tema horarios y vacaciones, ¡no sacar el tema en una primera entrevista!

  1. ¿Y después de la entrevista?

La paciencia es la madre de la ciencia: Siempre está bien enviar un correo electrónico al entrevistador agradeciéndole el tiempo dedicado y proponerle que si le ha quedado alguna duda que no dude en contactar con nosotros. Normalmente los procesos se alargan pero si en la entrevista han quedado en decirnos algo en un plazo determinado de tiempo y no lo hacen, es bueno llamar y mostrar interés por la situación de nuestra candidatura. Si cuando nos dan la respuesta, somos los elegidos, ¡Felicidades! Si por el contrario, no nos cogen, es interesante preguntar los motivos por los cuales hemos sido descartados y así saber en qué aspectos flaqueamos.

Que no nos cojan, no quiere decir que jamás podremos trabajar en dicha empresa, pero tendremos que dejar pasar un tiempo y poner remedio a los aspectos negativos por los cuales no nos han elegido.

Para acabar nuestro post llenos de frases hechas, nos despedimos con un:

¡Suerte y al toro!

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