5 (Falsos) Demonios que nos impiden emprender

Los que alguna vez hemos querido emprender algún negocio propio y no lo hemos hecho ha sido porque nos hemos topado con alguna situación que nos ha impedido conseguir ese éxito.
A continuación he listado los que a mi parecer son los 5 principales (falsos) demonios por los que una persona no emprende.
1. Miedo: Este es el primer y más conocido falso demonio, porque es el que nos ha asaltado en algún momento de nuestra vida: El miedo a fallar, el miedo a quedar peor que cuando comenzamos, el miedo a perder algo, el miedo a no conseguir lo que queremos o incluso el miedo por el miedo mismo, al desconocer lo que vendrá.
En la actualidad, debemos de intentar racionalizar nuestro miedo. Seguir adelante con tu proyecto hará que el miedo desaparezca y su lugar sea ocupado por una necesidad de enfocarte en solucionar problemas.
2. Motivación: El segundo falso demonio, es uno muy poderoso, pero que en realidad se encuentra sólo en nuestra cabeza: La motivación. Todo proyecto, además de una idea inicial, también requiere de combustible para continuar. Ése eres tú. Esa es tu motivación.
Mientras tú estés motivado, no dejarás de trabajar por tu proyecto. Mientras tú estés motivado, los fines de semana se convertirán en días de trabajo, las noches de fiesta en desarrollo del plan de marketing, los días de descanso en llamadas a tus clientes, etcétera.
3. Tiempo: El tercer falso demonio es muy subestimado, sin embargo, si no logras vencerlo, difícilmente podrás concretar algo que valga la pena. Todo proyecto comienza con algo pequeño.
Toda idea es como una semilla que irás regando con el agua de tu motivación. Sin embargo, el esfuerzo que inviertas en tu idea normalmente verá sus recompensas pasado un tiempo. Las cosas que valen la pena requieren tiempo. No esperes tener éxito en la primera semana, en el primer mes ni en el primer año de tu proyecto.
Además de estar motivado y comprometido, deberás de estar armado con paciencia y confianza. Si has trabajado fuerte, constante y durante el tiempo adecuado, los resultados llegarán a ti. Primero serán pocos y dispersos, pero luego serán muchos y continuos.
4. Financiamiento: El cuarto demonio es uno de apariencia muy fuerte. ¿Cuántas veces hemos escuchado que tal o cual proyecto no se realizó por falta de financiamiento? Pues bien, en la mayoría de los casos es mentira. Si bien es cierto que el dinero es algo fundamental en el crecimiento de un proyecto, NO lo es en el nacimiento del mismo. Cualquier idea comienza en pequeño. Hasta que tu idea haya demostrado en el campo de batalla que puede crear ingresos, no esperes que alguien invierta en ella.
Tú debes de ser el primero en invertir en tu proyecto, con tiempo, esfuerzo, motivación, sangre, sudor y lágrimas. Además, en la actualidad es mucho más fácil dar con tecnologías gratuitas que te facilitarán el proceso como almacenamientos gratis, correos electrónicos gratuitos, servicios de host gratis y software libre. También, muchos de los servicios en línea ofrecen un plan gratuito para que los pruebes y si te sirven entonces contrates uno de paga.
5. Flexibilidad: El quinto y último demonio es uno de los que casi nadie habla. La flexibilidad. En un mundo tan cambiante y tan dinámico como en el que vivimos, siempre hay que estar abiertos al cambio.
Para innovar y para ofrecer un valor diferente a lo ya existente hay que ser FLEXIBLES. Es la principal ventaja de las startups y la principal desventaja de las compañías grandes. Una startup sabe cómo ser flexible y ágil. Una compañía grande es lenta, rígida y poco le interesa experimentar.
Para quienes queremos emprender un proyecto, debemos de aceptar que tal vez nuestra idea no será bien recibida por el cliente en el primer intento. Entonces tenemos que analizar lo que no está funcionando y moldear nuestro producto para responder a las verdaderas necesidades del mercado. A esto se le llama “pivotear”.
Esto es ser flexible. Es saber aceptar nuestros errores, modificar nuestra idea (una cosa a la vez) e intentar de nuevo. Siempre con una metodología para estar al tanto de qué cosas funcionan y qué cosas no están funcionando metodología “Lean Startup”).
FUENTE: http://bit.ly/1l3vpZd
