Mi experiencia en el Máster de SAP en La Salle
Riccardo G. Facchini. Director IT, Program Manager y Gerente.
Volver a la universidad con 44 años… Con niños, una mujer, una hipoteca y en uno de los peores periodos de los últimos quince años para el trabajo… a veces pienso que ha sido una locura hacerlo. Pero la verdad es que ya llevaba unos años detrás de este Máster. Empezamos en Octubre, con uno de los profesores más fenomenales que he conocido en mi vida. Desde el día uno me di cuenta que esto iba en serio. 19 horas de clase cada semana, más otras 15-20 de estudio en casa. Ejercicios, prácticas, temario nuevo cada día, con apenas tiempo para ver mi familia, aparcando durante un año mi vida social, familiar y cultural.
El ritmo ha sido duro, a veces incluso demencial; pero lo más importante ha sido que he aprendido, he disfrutado y he ampliado conocimientos. Llevaba ya unos años en el mundo SAP como gerente, pero no puedo decir que no haya habido día en el que no haya aprendido algo nuevo. Pero quizás lo más importante ha sido lo que mis compañeros y los profesores me han recordado y que había olvidado.
Que un profesor puede enseñarte el camino pero que si no asumes que has de ponerle voluntad y tesón, no hay Máster que valga. La Salle tiene un Máster muy completo, se cubren todas las áreas funcionales de SAP, y ante los ojos del estudiante se abre un mundo que seguramente le seguirá toda su vida profesional.
No siempre hemos llegado al fondo de cada uno de los módulos (imposible en un solo año) pero lo que sí se enseña es en cómo hay que moverse dentro del sistema, cómo “buscarte la vida” en tu futura vida de consultor, entender las relaciones que se establecen entre el mundo real y SAP y sobre todo, te prepara, sin importar la experiencia que uno pueda aportar anteriormente a enfrentarte sin miedo a SAP y estar dispuesto a luchar por lo que uno cree.
Por esto, quiero agradecer a profesorado, compañeros, dirección del Máster y a mi familia el haber disfrutado de un año realmente sorprendente y que me ha aportado más de lo que me ha exigido. A todos, gracias. Ahora el trabajo de ponerlo en práctica es mío, pero sé que tengo en mi haber las herramientas que necesito. A por ello.