CRISIS DE LA DEUDA SOBERANA
Nos encontramos estos días con los mercados bursátiles convulsionados, con bruscos movimientos arriba y abajo según se dice a causa de los altos déficits públicos y altas tasas de desempleo. Cuando nos hablaban todos los medios de comunicación en verano del pasado año, de brotes verdes y recuperación económica y todo parecía que iba por buen camino junto con grandes rebotes en los mercados bursátiles parece estropearse todo nuevamente, con bajadas durísimas cada día que parecían no tener fondo y dudas sobre la economía. Y justo en este momento nuevamente otro rebote histórico, (ibex +14%, Eurostox +8%...) Todo este comportamiento es lo que me hizo pensar: ¿Hasta qué punto todo lo que sucediendo es normal? Pues bien, parecer ser nuevamente, y digo nuevamente a propósito porque la historia se repite constantemente, como todos sabemos pero no queremos acordarnos, que los hechos que se están dando son normales y ya han sucedido exactamente igual anteriormente durante este mismo siglo. Vamos a situarnos, empezamos con una crisis financiera que afectó directamente a familias con pérdidas de valor patrimonial y perdiendo sus puestos de trabajo, sin poder hacer frente al pago de hipoteca los bancos vieron como la morosidad aumentaba y aumenta sin techo, su negocio crediticio paraba de golpe y por consiguiente quedándose sin liquidez para su actividad ordinaria. En frente este panorama entró en juego los “papás estado”. ¿Con qué medidas? Pues son bien sabidas por todos nosotros, inyectando capital, que para eso tienen “la máquina de hacer dinero”, salvando a bancos caídos, no tanto aquí en España, pero sí mucho más en EEUU, Alemania, Reino Unido… pero no nos olvidemos que “los estados” también ayudan a las familias, con las prestaciones sociales, como desempleo, subsidios… Evidentemente tanta ayuda de “papá estado” no puede pasar en vano y la factura económica de tantas medidas tenía que estallar en un momento u otro, y mucho me temo que ese momento ya ha llegado. Dicho esto queda claro que nos encontramos en la segunda fase de la crisis, la crisis de la deuda soberana en donde los déficits de los estados alcanzan ya porcentajes de PIB peligrosos arriesgando la misma viabilidad del estado de hacer frente a sus pagos o de entrar en un default. Esta segunda fase de la crisis de la deuda soberana sólo se explica o tiene sentido normalmente como consecuencia de la primera fase de la crisis, es decir, la de la crisis financiera. Si hacemos un poco de memoria y nos vamos a los años 1908, 1916, 1932, 1950, 1977, 1985, 1992, 1996, vemos que todos estos años tienen en común que corresponden a crisis financieras y posteriormente siempre, siempre, siempre vienen acompañadas de crisis en la deuda soberana, por lo que se ratifica el escenario actual como normal y absolutamente previsible, como bien ha sucedido en otras ocasiones. Si hago nuevamente referencia al pasado, el lector ya habrá podido comprobar que soy un apasionado del pasado, y miramos a los años 1826 y 1932 veremos que son años en los que Grecia ya hizo default y suspendió pagos. Si miramos los años 1824 y 1837 fue esta vez España quien hizo default. En 2004 lo hizo Corea del Norte y en 2001 lo hizo Argentina, éste último país parece habitual porque también le pasó lo mismo en 1989 y 1890. Con esto quiero decir que cuando hay riesgo de default es que lo hay, en el pasado han quebrado multitud de países, porque estos que me he referido son sólo unos pocos ejemplos, pero si ha pasado en el pasado puede perfectamente volver a suceder en el futuro.