El despegue del Vehículo Eléctrico
Hacía ya algún tiempo que mis compañeros y yo estábamos pendientes de disfrutar de una sesión que tuviera como protagonista el Vehículo Eléctrico (VE), uno de los proyectos cruciales que dará impulso a la movilidad sostenible, disminuyendo el consumo energético y la contaminación medioambiental en las ciudades. A decir verdad, de un modo u otro ya habíamos tocado este tema durante los primeros meses de postgrado, sobre todo cuando nos encontrábamos inmersos en el módulo de Energía, aunque siempre esperando profundizar en la master class que teníamos prevista. Y llegó el día… y nos visitaron tres magníficos ponentes de dos empresas diferentes y... nos faltó tiempo. Realmente los alumnos fuimos responsables en parte ya que, para suerte o desgracia, somos un grupo extremadamente participativo al que le gusta crear debate, opinar, preguntar, compartir… y claro, después de la ansiada espera se nos hizo breve.
De la empresa Schneider Electric, especialista en la gestión de la energía, nos acompañó por un lado Juan Alberto Pizarro, responsable de Innovación y Normalización y, de otro, Luís Catalán del área de Desarrollo de Negocio. Nos expusieron los factores clave que entienden son imprescindibles para el desarrollo del modelo económico del VE, que pasan por la mejora de la gestión de la infraestructura pública de recarga, por la adecuación de la red eléctrica para dar respuesta a las nuevas necesidades en términos de energía y por el apoyo de la administración mediante ayudas públicas que respalden y dinamicen la adquisición de estos vehículos. De este modo, se minimiza su elevado extracoste con programas de incentivos económicos como el Movele 2014. Además, nos pusieron al corriente del estado actual de la normativa reguladora, la futura ITC-BT 52 REBT, que establece las prescripciones aplicables a las instalaciones para la recarga de vehículos eléctricos, aún pendiente de aprobación y publicación por parte del MINETUR. No faltó la explicación técnica de los modos de carga existentes que determinan en nivel de seguridad y de eficiencia de la recarga de estos vehículos y de las soluciones EVlink desarrolladas por Schneider Electric.
Completó la interesante sesión Miguel Pardo, Manager en el área de Desarrollo de Negocio y Project Manager de Endesa Ingeniería. Él nos expuso otros aspectos del Plan Movele, que fomenta el uso del VE mediante la creación de una red, segura y eficaz, de estaciones de recarga de VE y, como ejemplo de ello, nos expuso los proyectos de Barcelona, Madrid y Sevilla de Endesa. Además estudiamos mapas e informes sobre el uso de las infraestructuras de recarga donde pudimos observar la tendencia al alza en el sector. Nos presentó las funcionalidades del Centro de Gestión del VE de Endesa, que realiza el control de la red eléctrica de recarga mediante sistemas SCADA, de monitorización y de información geográfica (GIS), además de ofrecer servicio de atención al cliente de este tipo de vehículos. La falta de tiempo y la asistencia a otro evento sobre energías renovables celebrado ese mismo día en La Salle hizo difícil alargar esta excelente sesión, aunque por suerte, quedamos invitados a acabar la sesión en una visita a las instalaciones de e-Parking que Endesa posee en Barcelona y así comprobar de primera mano los avances realizados por la empresa.
No me gustaría acabar sin compartir con vosotros que dos de mis compañeros, Jordi Vericat y Lluís Franquesa, han seleccionado un proyecto centrado en Smart Mobility y denominado Impulso de Movilidad Sostenible en Sabadell, para la realización de su proyecto final de nuestro Postgrado en Smart Cities. Éste lo realizarán colaborando con el Ajuntament de Sabadell a través del convenio firmado por la URL con el ayuntamiento de la ciudad, que contribuirá al impulso del programa Sabadell Ciutat Intel·ligent.
Parece que el éxito del vehículo eléctrico vendrá de la mano de un modelo colaborativo en el que estén involucrados agentes de múltiples sectores, desde empresas a instituciones, y que contemple esta solución como clave para acabar con las emisiones contaminantes y contribuir al desarrollo de las ciudades inteligentes.
Como última reflexión, cabe decir que la evolución hacia el transporte eléctrico puede (y debe) suponer el gran salto que necesitan las energías renovables para consolidarse, superando así los inconvenientes de no gestionabilidad y de falta de garantía de suministro, y quizás ello pueda derivar en el apoyo de políticas energéticas, penalizadas actualmente por políticas económicas.
