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03 Febrero 2014 | Publicado por Equipo Editorial de UX

“Esto ya me lo sé”, pensé. “¡Que te lo crees tú, morena!”

Hace un tiempo, trabajé para un proyecto de la Administración Pública y una de mis tareas consistía en pasar el validador de accesibilidad de W3C a todas las páginas de la aplicación y arreglar errores hasta el nivel AA para así poder conseguir el certificado.

Así pues, antes de iniciar el módulo 2, ya tenía algunos conocimientos sobre qué era la accesibilidad web, para qué servía y cómo se podía analizar. “Esto ya me lo sé”, pensé. “¡Que te lo crees tú, morena!” Gran sorpresa la que me llevé al ver que hay muchos más aspectos que hay que tener en cuenta para poder decir que una aplicación o página web es accesible o no.

El caso de nuestro proyecto es bien curioso, pero estoy segura que no es el único. Las dos aplicaciones se usan para el sector público, pues bien, en ninguna de ellas se ha tenido en cuenta su accesibilidad. Sabiendo de antemano que por ley las Administraciones Públicas deben cumplir con la normativa de accesibilidad como mínimo hasta el nivel AA, esto nos resultó, como poco, chocante.

El análisis de accesibilidad confirmó que los hallazgos que íbamos encontrando se asemejaban mucho con los del análisis de usabilidad realizado unas semanas antes. No es de extrañar: si una sección es accesible, seguro que va a ser usable. Así pues, dado que no íbamos a aportar un análisis muy diferente y que el cliente no parecía muy interesado en este campo, decidimos enfocar nuestro análisis un poco más hacia los beneficios que podría aportar a la aplicación realizar algunos pequeños cambios de accesibilidad. Por ejemplo: crear PDF accesibles para que todo tipo de usuarios puedan leerlos es un cambio fácil de realizar que puede ayudar a muchos usuarios con dificultades en la visión y realizar algunos cambios de navegación ayudaría mucho a disminuir la curva de aprendizaje de esta plataforma.

Para terminar, me gustaría comentar que en este módulo me he dado cuenta de que tener una aplicación 100% accesible es prácticamente imposible, ya que un aspecto que ayuda a un determinado perfil de usuario puede no tener ninguna utilidad o incluso molestar a otro tipo de perfil. Aun así, no hay que dejar de luchar para concienciar que la accesibilidad es un derecho de todos y por lo tanto hay que aplicarla en la medida de lo posible en páginas web y aplicaciones.

Lourdes Calafell
PUX – User Experience Postgraduate
Postgrado en usabilidad, accesibilidad y experiencia de usuario
La Salle Campus BCN – Universitat Ramon LLull

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