“Quien tiene un amigo… tiene un posible usuario para test”
Y llegó el momento en el que teníamos que confirmar con usuarios ajenos al proyecto si todo lo realizado hasta el momento iba por buen camino o no.
Para eso disponíamos de diferentes técnicas que nos podrían ayudar a conseguir valores que nos indicaran la satisfacción de nuestros usuarios tanto con la web antigua del cliente como con nuestro prototipo para móvil.
Primero, como ejercicio de un seminario, hicimos un card sorting con compañeros de clase que nos confirmó que nuestra arquitectura de la información era correcta y que las nuevas etiquetas que habíamos pensado para la nueva web cumplían con creces su objetivo.
Después de esto realizamos algunas prácticas con la técnica del eye tracking para probar su funcionamiento y ver si realmente era la herramienta que nos ayudaría a sacar conclusiones de las dos webs a evaluar. Al final, después de meditarlo y sopesar los pros y contras (básicamente del tiempo disponible), desestimamos la utilización de esta metodología y apostamos por otros métodos: un test remoto para evaluar la web actual del cliente y un test junto al usuario que testeaba el prototipo realizado para la versión móvil.
Partiendo de los hallazgos ya encontrados en los primeros módulos del postgrado creamos tareas que hicieran hincapié en esos hallazgos y así poder comprobar la severidad de los mismos, ver si se nos habían pasado otros hallazgos o si hallazgos que para nosotros eran importantes realmente lo eran. Así que decidimos las acciones a realizar en la web que más importancia tendrían para los objetivos del cliente.
A partir de aquí necesitábamos el material más importante para el test: los usuarios. Tarea bastante difícil ya que los usuarios no podían ser cualquier persona, si no que tenían que cumplir con el perfil tipo que el cliente nos había planteado en el briefing inicial del proyecto. Así que agenda en mano y algunas preguntas como “¿Has estudiado alguna vez online?” o “…¿Y tienes webcam en tu ordenador?” conseguimos nuestro grupo de usuarios escogidos para la realización de los tests.
Una vez ya teníamos todos los tests hechos, con todos los valores anotados, gráficas con eficiencias, eficacias, valoraciones de satisfacción de los usuarios, número de clics realizados, rutas seguidas, etc. llegaba el momento de analizar toda esta cantidad de información y hacer un análisis sobre todo lo que quedaba por mejorar y todo lo que se validaba como bueno para la siguiente fase del proyecto. Esta es la grandeza de la iteración en proyectos UX.
PUX – User Experience Postgraduate
Postgrado en usabilidad, accesibilidad y experiencia de usuario
Edición 2014-2015
La Salle Campus BCN – Universitat Ramon LLull