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10 Julio 2017 | Publicado por Equipo Editorial de UX

Perderse para encontrar

“No es hasta que estamos perdidos que empezamos a entendernos a nosotros mismos.”

Henry David Thoreau

El proceso de conceptualización en diseño consiste en desafiar lo conocido, lo que ya sabemos, y ponerlo en cuestión: ¿son realmente las cosas como creemos? Si intentamos desnudarlas de lo que conocemos, ¿qué descubrimos?. Y, sobre todo, ¿cómo son realmente las personas que utilizarán nuestro producto? ¿Podemos diseñar para ellas sin conocerlas?

Plantear estas preguntas nos permite avanzar en la dirección de diseñar para unas condiciones próximas a la realidad de uso. Pero también nos hace salir de nuestra zona de confort, del terreno previsible y reconocible, y en ocasiones el diseñador se encuentra desorientado, con la sensación de que nunca será capaz de alcanzar la solución al problema de diseño.

Generalmente el proceso comienza con una fase de investigación, en la que se explora si ya existen productos que solucionen el problema que planteado, se observa y analiza el contexto de uso, y se profundiza en el conocimiento de las necesidades y características de los usuarios.

El análisis de la información reunida conduce al descubrimiento de ideas clave o insights, que en buena medida van a definir la dirección que tomará el proyecto ya que permiten acotar la definición del problema al que nos enfrentamos.

Una vez definido el problema, empieza la búsqueda de soluciones. Al principio se generan múltiples ideas, con la intención de explorar diferentes vías. Cuanto más se ensaye en esta fase, más probabilidad existe de llegar a soluciones innovadoras, que proporcionen un valor añadido a las soluciones que ya existan.

Después llega el momento de descartar las ideas menos relevantes o adecuadas, y desarrollar las que pueden encajar mejor con los objetivos del proyecto. En este proceso convergente, las ideas toman forma de prototipos, que evolucionan en un proceso iterativo.

En design thinking, este proceso se visualiza claramente en el llamado “doble diamante”:

conceptualización

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Double-diamond-process.jpg

Las líneas de puntos muestran el flujo del pensamiento a lo largo del proceso. En las fases de investigación e ideación, el pensamiento es divergente: se abre en el sentido de que el número de conceptos o ideas a los que se llega es mucho mayor de los que se parte.

En las fases de insight y prototipado, el pensamiento es convergente: a partir de la diversidad a la que se ha llegado en las fases anteriores, las ideas se seleccionan, se concretan, para llegar a la esencia que constituirá las claves del proyecto.

 

Tona Monjo
Profesora del Módulo 5: Conceptuzalización de producto
MUX - Máster en User eXperience
Edición 2016-2017
La Salle Campus BCN – Universitat Ramon LLull
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