La intuición mola, pero mejor basarse en hechos

Siempre he sido una persona muy intuitiva, es una de mis mejores herramientas y la utilizo casi sin darme cuenta para todo: para escoger el mejor plato del menú, para organizar el mejor plan de fin de semana, y sobretodo para diseñar. En mi antiguo trabajo, donde formaba parte de un equipo de desarrollo de intranets para empresas, casi puedo decir que por desgracia el proceso de diseño empezaba en la intuición. ¿Cómo imagino yo que el usuario de esta empresa está utilizando la intranet? Cómo imagino yo que a esta persona le gustaría utilizarla? A partir de allí, trabajaba en hipótesis que me ayudaban a definir una persona/usuario. Estas preguntas formaban siempre parte de mi trabajo inicial en el momento de plantear un proyecto de diseño, partiendo de ideas hipotéticas que podía definir después de una reunión con el cliente y un par de reuniones con el Project Manager. A partir de este punto, mi capacidad creativa e intuitiva tenía que aflorar, sí o sí, de alguna forma, para luego presentar el diseño al cliente y cruzar los dedos para que nuestras hipótesis plasmadas en el proyecto resolvieran sus necesidades. En octubre empecé el MUX. Casi puedo decir que en una sola sesión se me dio a conocer un mundo nuevo de herramientas que daban respuesta a mis porqués, y que ayudaban a dar más credibilidad a mi trabajo. Nos mostraron un buen grupo de metodologías y técnicas que podían ser usadas y que me ayudaban a solucionar esas dudas ante los inicios de un proyecto de UX. La intuición es valiosa, pero mejor basarnos en hechos. Existen formas de organizar el proceso de diseño, donde la primera fase es acerca del usuario, y se la da el valor que una echaba en falta: User Center Design, existen metodologías de mejora continua: Scrum, existen técnicas de segmentar y organizar las tareas de forma eficaz y ágil: Kanban. Disponemos de un montón de recursos que nos ayudan a recaudar la información necesaria para conseguir crear una plataforma intuitiva y usable. Desde mi punto de vista, puedo decir que la satisfacción de este primer módulo radica en conocer el big picture de un proyecto UX, desde el planteamiento y la planificación, a las tan apreciadas técnicas y metodologías que nos ayudan a conseguir información valiosa de forma organizada. Pasando por formar parte de un gran equipo que consta de distintos perfiles dispuestos a luchar para conseguir el mejor resultado.