La accesibilidad web impacta a todos los perfiles de usuario: desmintiendo mitos
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Como ya debes saber, una de las cualidades que debe tener un profesional de la experiencia de usuario es la empatía. Esto no significa únicamente tener presente el “target” para el que diseñas un proyecto ya que “escuchas a tus usuarios” y te basas en sus testimonios obtenidos en técnicas de investigación como, por ejemplo, una entrevista en profundidad o un focus group, para configurar los objetivos de tu proyecto. La empatía va más allá, ya que significa intentar ponerte en la piel del usuario y pensar a nivel global no sólo sus necesidades, sino el contexto que se da cuando un usuario acude a una marca para comprar un producto o un servicio.
Uno de los elementos que pueden formar parte del contexto cuando el usuario interactúa con la web de una marca e intenta llevar a cabo una acción concreta, son las barreras tecnológicas a las que se puede ver obligado a enfrentarse. Así pues, en este artículo nos sumergiremos en la rama de la experiencia de usuario que tiene en cuenta estas barreras tecnológicas: la accesibilidad.
¿Quieres saber qué mitos asociados a esta disciplina hemos desmentido en el módulo 4 del máster de User Experience? Pues sigue leyendo… ¡Te los desvelamos en el siguiente apartado! Cada usuario… ¡Un mundo! Es muy probable que si te preguntan ¿Qué te viene a la mente si te digo el concepto de accesibilidad?, lo primero en lo que piensas es en su representación mediante el icono de la persona en silla de ruedas, que está en la parte del parking reservada para coches, en los que viajan personas con algún problema de movilidad o, en algo relacionado con la legislación que obliga a los espacios públicos a disponer de ambientes accesibles (rampas, audioguías …) para gente con “necesidades especiales”.
Pero… ¿Sabes que con estas asociaciones estás siendo reduccionista como la gran mayoría de las personas? A continuación, te demostramos el porqué de esta afirmación. Uno de los motivos por los que somos reduccionistas cuando aún no sabemos demasiado sobre accesibilidad, es que tendemos a asociar meramente este concepto con el ámbito offline, cuando la accesibilidad también es relevante (y mucho) en el ámbito online. Otro de los motivos, tiene que ver con uno de los grandes mitos de la accesibilidad que hemos desmentido durante el trabajo del entregable de este proyecto: la accesibilidad nos afecta a todos.
Cuando una web presenta problemas de accesibilidad, no sólo afecta a usuarios con algún tipo de discapacidad, ya sea esta motora, visual, auditiva, cognitiva o de lenguaje; sino que afecta a todos los públicos. ¿A qué se debe esto? Pues a que la accesibilidad está vinculada (entre otros) a los cimientos del diseño funcional, la buena arquitectura de la información y la transmisión de forma clara y concisa del mensaje que la marca quiere transmitir a los usuarios. Estos son pilares fundamentales de toda web, que aunque a priori resulta evidentes, a la práctica no lo son tanto.
Esto lo hemos podido comprobar en primera persona mientras analizábamos en nuestro grupo la web de nuestro cliente. Una compañía internacional que tiene la infraestructura y los recursos suficientes como para tener un equipo que vele por el cumplimiento de los principios de accesibilidad y sin embargo, su web presenta múltiples conflictos, algunos de ellos de fácil solución.
Esto nos ha hecho ver que no sólo es cuestión de leyes o de recursos, es un problema de cultura tecnológica que falta que se adquiera en la mayoría de las empresas, tanto grandes como pequeñas. Por lo tanto, como profesionales de la experiencia del usuario nos enfrentamos a un gran reto: evangelizar sobre la accesibilidad.
La discapacidad: un estado vital de amplio espectro. Otro de los conceptos que hemos comprobado que muchas veces se toma a la ligera es el de discapacidad, ya que no siempre tiene que ser algo intrínseco a la persona, sino que una persona puede presentar temporalmente una discapacidad en el sentido de que pierda la movilidad de alguna articulación fruto de un accidente, pero luego recupere la movilidad mediante rehabilitación.
Y no sólo por esta razón, podemos decir que todos estamos expuestos a vivir la discapacidad en nuestra propia piel y ahora te explico el porqué; ya que sin duda, de este módulo me quedo con la reflexión de la speaker invitada que tuvimos en el seminario de este módulo: Elena. Ella vino en representación de una empresa del sector de la accesibilidad, que se dedica a la creación de software y hardware adaptado a las necesidades concretas de cada perfil de discapacidad.
Diseñan programas y artefactos tecnológicos ad hoc para cada perfil concreto de usuario, ya que el grado de cualquier tipo de discapacidad tiene un amplio espectro ¡Cada persona es un mundo! Elena, nos comentó que todas las personas afortunadas, acaban siendo usuarios con discapacidad, ya que eso significa que han vivido y han llegado a ser mayores. Y es que la tercera edad, lleva asociada en la mayoría de casos la reducción de las capacidades sensoriales, cognitivas y motoras. Por lo tanto, cuando diseñamos una web, debemos pensar también en este sector de la población cada vez más extenso.
Ya que la población en nuestro país envejece y cada vez más las brechas intergeneracionales en cuestión de tecnología son más reducidas. Las generaciones envejecen y las personas de la tercera edad cada vez tienen mayor dominio de las TIC. Vemos pues, como la accesibilidad nos hace reflexionar sobre la evolución vital de las personas y las necesidades que puede tener el usuario en cada una de las etapas de su vida. La buena accesibilidad se presenta como un must a contemplar a la hora de crear cualquier plataforma digital.
Usuarios con nombres y apellidos Sin duda, la parte más emotiva de este módulo, fue el momento en el que la profesional del ámbito de la accesibilidad que vino a darnos una charla durante el seminario del módulo, compartió con toda la clase casos concretos de usuarios con discapacidades en un grado de afectación bastante elevado. Pequeños montajes de video a modo de testimoniales que resumían en pocos minutos como acciones que nosotros realizamos de manera automática y autónoma en nuestro día a día, como por ejemplo hacer un clic dentro de un mapa interactivo, para otras personas esto tan simple representa un gran reto. Pero no por ello merman las ganas de querer asumir estos retos.
Gracias al trabajo de empresas como la de Elena, la tecnología está rompiendo las barreras a las que se tienen que enfrentar un importante porcentaje de usuarios. Pongamos nuestro granito de arena como profesionales. Simplemente con el hecho de hacer un código de la página web accesible, que sea leíble por los aparatos de asistencia tecnológica, estamos dando alas a usuarios que de otro modo se perderían un contenido al que como tú o como yo tienen pleno derecho a acceder y a disfrutar. Sumemos siempre… ¡Seamos inclusivos y contemplemos la diversidad humana en toda su magnitud!