Día 2: Pampallacta y e-yachay
Y llegó nuestro primer reto importante de este año 2016 para el Proyecto Urubamba: el desarrollo del Proyecto e-yachay en la Institución Educativa de Pampallacta. Pampallacta es una institución educativa situada a 3.900 metros de altitud que se encuentra en la municipalidad de Calca.
Pampallacta tiene una merecida reputación por la implicación de sus docentes en la enseñanza. Han abierto todos los cursos de primaria y secundaria. Y su labor principal es acoger a los niños y niñas que provienen de toda la zona alto andina cercana. Por cercana entendemos que la gran mayoría de estudiantes tienen un trayecto para llegar a la escuela que les lleva más de dos horas de camino a pie.
Llegamos a Pampallacta por cuarto año y segundo donde hacemos actuaciones con los alumnos de la institución. Como siempre muy bien recibidos y acogidos por toda la comunidad de profesores y su director, Arturo Peña Guevara.
Después de la presentación de la bandera por parte de los alumnos de segundo grado de primaria, tuvimos el honor de podernos dirigir a la comunidad educativa, saludarlos y explicarles el proyecto para este año.
Seguidamente, tal como teníamos planificado, iniciamos la jornada preparando todo el material que habíamos traido. Por un lado reordenamos la sala de computación añadiendo las nuevas computadoras que habíamos traido y, por otro, prapramos una instalación donde poder realizar la prueba piloto planificada con un curso de robótica educativa.
Como estaba previsto la mañana del lunes la íbamos a dedicar a la formación del profesorado en ambas líneas: por un lado implicar y formar a los docentes en los temas de robótica y por otro formar al mismo profesorado en la utilización de los nuevos ordenadores y cámaras digitales adquiridas.
Así que una vez preparadas las instalaciones a las 10:30 a.m. empezamos la formación en paralelo de robótica y camáras. Los profesores de secundaria iniciaron la formación en robótica mientras que los de primaria lo hacían con las cámaras digitales y los nuevos ordenadores en lo que era específicamente el proyecto e-yachay.
La parte de formación en robótica educativa, guiada por Mònica Boladeres y Guillem Villa, fue un éxito. Sin unca haber experimentado nada en esta línea (pensemos que Pampallacta tenía 9 packs de robótica guardados en su almacen hacía dos años, que recibió del Ministerio de Educación de Perú) la respuesta de los profesores fue excelente, tanto en motivación como en aprendizaje.
De la misma manera la formación en el nuevo modelo de cámaras que suministramos así como toda la actividad formativa en general funció perfectamente con el grupo de profesores de secundaria. La actividad consistía en replicar lo que después deberían hacer los estudiantes: realización de fotografías y vídeos en el exterior, descarga en las computadoras, selección y edición de una presentación usando un software de presentaciones. Esta formación fue dirigida por mi con la ayuda inestimable de Emiliano Labrador y Xavi Martín. Es indispensable decir que sin el soporte de Bea Cancelo grabando vídeos y tomando fotos de todo el proceso, ahora no estaríamos leyendo estas líneas.
La experiencia globalmente fue muy bien así que sólo hacía falta esperar al día siguiente para ver cómo funcionaba con los alumnos de primaria y secundaria. Aunque el piloto del pasado año 2015 con las cámaras de los teléfonos móviles fue un éxito y nos daba ciertas garantías, el tema de la robótica era toda una incógnita.
Tras esta jornada tan intensa nos preparamos para aprovechar la tarde (los estudiantes en estas comunidades vienen a clase de 8:00 a.m. a 1:30 p.m. dada la ubicación y lejanía que tienen a sus casas). Así que el Hno. José Luís Vadillo y yo pensamos que llevar al equipo a ver la laguna que se encuentra encima de Pampallacta (sobre los 4.200 metros de altitud) sería una experiencia inolvidable.
Por suerte esta vez teníamos al "troncomovil" (como llamamos con cariño al carro de La Salle Urubamba que de tantos apuros nos ha sacado) pudimos realizar parte del camino motorizados. Durante el trascurso se nos iban añadiendo alumnos que regresaban a sus casas en las montañas.
Una vez allí las vistas de la laguna y su entorno nos convirtió en espctadores privilegiados de esta maravillosa zona. Acabamos la crónica con una vista panorámica de la laguna de la cual no recuerdo su nombre y agradecería si alguien lo sabe nos lo comente.