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19 Marzo 2012 | Publicado por Equipo Editorial MBA

Primer día de IMBA

El primer día de clase nos encontramos los 33 alumnos del International MBA en la misma aula donde se impartirían todas las demás clases del Master, tras la foto de rigor para el expediente y la orla de graduación. Nos dieron la placa con nuestro nombre y fuimos ocupando sitio aleatoriamente. No nos conocíamos, así que podía sentirse la timidez en el ambiente mezclada con el entusiasmo de empezar ese nuevo proyecto juntos. Me sorprendió que sólo fuéramos diez chicas en la clase, porque habría jurado que seríamos la mitad. La media de edad era de unos 35 años y al empezar a presentarnos uno por uno, el perfil formativo y profesional era bien distinto. Había un gran número de ingenieros, pero también de economistas, químicos o perfiles más de humanidades como el mío.

Jordi Garrido, nuestro tutor y director del International MBA en BES La Salle, nos explicó el funcionamiento de la escuela y del máster, así como las normas básicas para el curso, como son la puntualidad o el no entrar ni comida ni bebida a clase, sólo una botella de agua, etc. Nos contó cómo funciona el Estudy, nuestra web personal, donde encontraríamos todos los temarios de las asignaturas, así como el foro general donde comunicarnos con nuestros compañeros y con los tutores. En cada asignatura se encuentra el archiconocido pozo, donde debemos depositar los exámenes en la fecha programada.

Tras cada asignatura, disponemos de dos semanas para resolver en casa el examen en cuestión. Recibimos el examen por correo un martes y hay que entregarlo al cabo de dos martes a las 23:55. Además nos dijeron que estaríamos divididos en cinco grupos de seis o siete, con el que conviviríamos durante los 15 meses del Master y nos reuniríamos la primera media hora de cada viernes para resolver los casos. Cada año han surgido problemas en los grupos, de ahí que aparezca la figura del jefe de grupo.


Tras tanta información, tocaba un descanso. Así que acabamos el primer día con aperitivos y refrigerios. Esto no hacía nada más que empezar…

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Comentarios

Muy acertada la descripción de la compañera Sílvia. Creo que nos hicieron la foto de la orla nada más llegar para poder poner en busca y captura al que se arrepintiera y abandonara...
Bromas aparte, me gustaría comentar mi percepción de aquellos momentos (percepción que por supuesto es particular y subjetiva): es cierto que inicialmente la timidez generalizada era evidente, aunque a unos se les notaba más que a otros, pero rápidamente se vio que todos queríamos romper el hielo y acercarnos, hablar, comentar lo que fuera, daba igual si en serio o en broma, no importaba con quién... simplemente queríamos sentirnos parte de aquello y que ese "aquello" a su vez se fuera convirtiendo en parte nuestra. Personalmente percibí una gran voluntad de conexión, la cordialidad era extrema, el trato exquisito… y todo aquello constituyó el comienzo de lo que ahora, apenas cuatro meses después, empieza a cuajar en sólidas uniones de equipo, a nivel académico, y lo que ya empieza a vislumbrarse como buenas (y espero que, en un futuro, grandes) amistades, a nivel personal.

Gracias Manolo por tu comentario y por romper el hielo!

Es verdad que en general hay muy buen ambiente en todos los grupos, aunque ya nos han repetido varias veces que con los meses el cúmulo de trabajo provocará tensiones internas, que seguro que superamos. De hecho, forman parte del aprendizaje y todos alguna vez nos lo hemos encontrado en el trabajo, no? Así que a seguir adelante con optimismo y voluntad, que esto es una carrera de fondo.

Gracias a ti por el esfuerzo de documentar toda esta vivencia común del MBA.
Claro que habrá tensiones, somos humanos, pero...
1)Si uno no quiere, dos no discuten.
2)En caliente, mejor pensar lo que se dice; después, en frío, es el momento de decir lo que se piensa.
3)Hay que practicar el noble arte de ceder... y asumir que dar tu brazo a torcer no es perder; es colaborar para alcanzar un objetivo común.

¡LLEGAREMOS A LA META! Y mientras tanto, disfrutaremos del paisaje. Por duro que sea el camino.

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