People Management
El pasado sábado el profesor de People Management, Juan F. Arza, presentaba su asignatura lanzando expresamente una frase muy recurrente y estereotipada, sobre todo por los directivos de las empresas: "Las personas son un activo para la empresa". Pero si es así, ¿por qué no aparecen como tal en el balance y sí como "gasto" en la cuenta de resultados? Se inició rápidamente un debate que se enlazó con la definición sobre Dirección de personas: "Es cubrir los puestos de la organización con las personas idóneas a un mínimo coste". ¿Qué significa "al mínimo coste"? ¿Al "coste óptimo" o al menor coste para la empresa? Una definición más completa fue la de "Atraer, retener, desarrollar y motivar el talento necesario para los objetivos estratégicos de la organización". Hay múltiples interpretaciones a dichas afirmaciones, pero lo que está claro es que las personas dentro de una organización son importantes y hay que saber gestionarlas. Los que tengáis a equipos o personas a vuestro cargo sabréis lo difícil que es encontrar a buenos profesionales, con buenas aptitudes y actitudes, y que estén bien alineados con la misión y visión de la empresa. Por su parte, la empresa o el responsable en cuestión a veces olvida la importancia de la formación y el desarrollo del personal, del análisis y el ajuste de los profesionales a las competencias buscadas, de una buena descripción de los puestos y de una gestión personalizada de los conflictos que puedan surgir. Llevarlo a cabo no es fácil. Por eso esta asignatura está intrínsecamente relacionada con las dos anteriores impartidas por Jordi Molla: Habilidades Directivas y Liderazgo de equipos, más centradas en el papel del gestor, sus competencias y habilidades. Ésta, en cambio, se centra en el departamento de RRHH e irá seguida de Dirección del desempeño y Dirección general. Para mí, al igual que para muchos de los alumnos del International MBA de BES La Salle, estas asignaturas son básicas para obtener las herramientas necesarias para una buena gestión de nuestros equipos. Incluso si actualmente no llevamos a personas, quizá lo hagamos en el futuro y siempre está bien conocer nuestros estilos de liderazgo para poder mejorarlos. El trabajo en grupo también nos enseña a saber trabajar con los distintos estilos de trabajo y a saber lidiar con los conflictos que vayan surgiendo.