La ciudad resiliente y sus ciudadanos

Dentro de la ronda de seminarios del mes de abril, nos han visitado grandes expertos de diferentes empresas que nos han ido aportando sus propuestas y líneas de trabajo en el entorno de las Smart Cities.

Cuando pensamos en tecnología, inevitablemente aparece en uno de los primeros lugares el gigante Indra, multinacional líder mundial en integración de sistemas tecnológicos. Tuvimos el placer de disfrutar de una interesantísima sesión en uno de los seminarios expertos, Tecnologías y casos de éxito de INDRA en el entorno de las Smart Cities con Jordi Marín, Director de Smart Cities y Director de Administraciones Públicas de Catalunya y Balears, de Indra. Nos presentó el proyecto de Plataforma Urbana que está desarrollándose en el entorno de las Ciudades Inteligentes, incluyendo sus nuevas propuestas aplicadas al turismo y a los campus universitarios.

Para Indra, el ciudadano se ha transformado de un ser pasivo a un ciudadano del futuro. El I-ciudadano, como Indra lo denomina, es tecnológico, hiperconectado, creativo, innovador, emprendedor, participativo, que genera y demanda información y que, sobre todo,  necesita un administración que le responda. El ciudadano, junto a las empresas y las administraciones, deben estar presentes en el desarrollo de estos proyectos con el objetivo de hacer más competitivas las ciudades.

Conocimos su Plataforma Urbana que, como propuesta tecnológica, está orientada a obtener:

- Más calidad de servicio con mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos.

- Más participación de los habitantes en la gestión de la ciudad.

- Mayor competitividad de las ciudades para la captación de talento e inversiones.

También pudimos hablar de cómo esta plataforma es capaz de integrar los grandes volúmenes de información que una ciudad genera y convertirla en conocimiento. Para ello, utiliza la tecnología aplicada en un plano transversal, que obtiene datos mediante diferentes sistemas de medida (sensores, cámaras, ciudadanos, inspectores...), las redes que posibilitan la comunicación y, por último, los sistemas y centros de control que, finalmente, integran la información y la convierten en el deseado conocimiento.

Los ámbitos de actividad que propone Indra se definen en las verticales de movilidad (Smart mobility), utilities y servicios (Smart street), medioambiente (Smart environment), gobernanza (Smart people & e-government) y servicios al ciudadano (Smart living).

Acabamos la sesión exponiendo el escenario ideal donde pudiera existir un modelo estándar o la estandarización de los sistemas, objetivo perseguido, de diferente manera y en distintos grados de desarrollo, por la Sociedad City Protocol, el City OS en Barcelona o el FI-WARE desde Europa.

También nos acompañó en otra interesante sesión Ignasi Fontanals de la empresa Opticits,  spin-off de la IQS School of Engineering & Management, que nos presentó el método HAZUR de análisis de resiliencia con el objetivo de ponerlo en el mercado de las ciudades. Según Opticits, las ciudades sólo se harán más sostenibles e inteligentes si son resistentes.

Definimos la resiliencia, mediante el acrónimo PARRA, como la capacidad de Prepararse, Aguantar, Responder, Recuperarse y Aprender.

En este seminario, OptiCits nos detalló la resiliencia centrada en la capacidad de recuperación urbana, entendida como la seguridad del suministro de servicios urbanos básicos y abordando la capacidad de la ciudad y su red de subsistemas para absorber las perturbaciones y recuperar después, sus funciones.

La capacidad de recuperación de las ciudades depende de su capacidad para identificar riesgos potenciales, gestionar la ciudad en su conjunto y construir respuestas flexibles y eficientes para enfrentar la crisis. Además, como la resiliencia es un proceso continuo, las ciudades resilientes deben ser capaces de aprender de la adversidad y establecer un proceso de mejora continua.

Sistemas Urbanos (Movilidad, Medio Ambiente, Eficiencia Energética, Infraestructura Urbana, Residuos, Seguridad, Salud, etc.) se analizan desde este punto de vista, preparándolos para responder y recuperarse de las amenazas e iniciar un proceso de mejora continua.

Debo confesar mi desconocimiento personal, hasta hace poco menos de 6 meses, sobre la Resiliencia Urbana y que esta capacidad pudiera aplicarse a las ciudades. En estos momentos, identificar, prever y aprender, gestionando eficientemente los recursos de una ciudad, son acciones que deberíamos ver como imprescindibles si pretendemos convertir en una realidad la evolución de las ciudades hacía el modelo Smart City.