Blog del grupo de investigación IAR. Fomentando la innovación a través del diseño arquitectónico con la aportación de las tecnologías de la construcción. 

11 Mayo 2011 | Publicado por Editorial Team IAR

Josep Pratmarsó i Parera, Arquitecto 1913-1985. Intervenciones en Sant Martí d’Empúries 1961-1981.

Josep Pratmarsó i Parera (1913-1985) es un arquitecto poco conocido, posiblemente del grupo a los que se conoce por una sola obra (en este caso la casa Cantarell en Sa Riera, Begur).

La investigación llevada a cabo en el contexto del MPIA se centró en Sant Martí d’Empúries donde se localizaron y visitaron un gran número de viviendas. Visitar las obras de arquitectos no tan conocidos es muy diferente a visitar la casa de Jorn Ützon en Mallorca o cualquiera de las viviendas de Le Corbusier. Estas obras es hoy difícil poderlas llamar viviendas en plenas condiciones, no disponen ya de la privacidad con la que contaban en el momento de ser proyectadas, no pueden ser ya vividas como fueron concebidas. Las hemos ido convirtiendo en piezas de museo; la casa Farnsworth no podrá ser nunca más un refugio de fin de semana.

En el caso de las viviendas visitadas en Sant Martí d'Empúries, los propietarios reciben encantados a los visitantes, enseñan sus casas con cariño y recuerdan, en todos los casos, al amigo y Arquitecto que proyectó sus viviendas.

Josep Pratmarsó construyó, entre 1960 y 1981, en el municipio de l’Escala 78 viviendas unifamiliares, 50 de ellas en Sant Martí d’Empuries, situadas en cinco zonas:

 

                                                  

 Referencias     localizadas

A.- Urb. Cami de les dunes                      2                 1

B.- Fortí de Sant Martí d’Empuries         13               13

C.- Crta. A Sant Martí d’Empuries           2                 2

D.- Carrer Fort                                         4                 4

E.- Urb. Muralla sud d’Empuries             27               8

Dentro del límite de la antigua Palaiápolis (Del término griego literal que significa "Antigua -Paliá- Ciudad - Polis"), lo que se conoce como el fortí de Sant Martí, donde se han localizado 13 obras de Pratmarsó.

En el fortí la tipología edificatoria es de casco antiguo: calles estrechas, viviendas entre medianeras, parcelas alargadas e irregulares, fachadas formando la calle.

Esto lleva al arquitecto a utilizar una serie de recursos constantes en todas las intervenciones: El patio (En otros casos la terraza) aparece como un elemento fundamental, incorporado al programa como parte habitable, como salón principal de la vivienda, donde disfrutar del clima, también como comedor normalmente asociado a algún tipo de pérgola. El resto de espacios interiores tendrán un papel secundario, dado que se conciben como casas para veraneantes, el salón interior será para disfrutar de la chimenea y la lectura. La iluminación interior está compensada a través de aberturas en todos los espacios interiores con recursos como lucernarios en pasillos y baños.

Es una arquitectura de oficio, de bajo coste de ejecución, de la utilización de materiales tradicionales, del muro de piedra, carpinterías de madera en ventanas y puertas, de cubiertas inclinadas de teja árabe (excepto el los casos en los que se convierte sólo parcialmente en terraza), del aprovechamiento de los elementos existentes. Son edificios que se relacionan con la calle y las plazas, mantienen el muro, el volumen, la carpintería, los tonos y texturas de las fachadas de su entorno.

 Estas decisiones, aunque puedan parecer poco relevantes, le confieren a cada una de las obras carácter y una forma de habitar que respeta y se funde con lo existente previamente. El casco antiguo, como conjunto, ha mantenido gracias a estas decisiones  sus características arquitectónicas-urbanas, su carácter íntegro.

Pratmarsó consigue, en conjunto, ayudar a dar uniformidad a un casco antiguo entero, mimetizar hasta trece actuaciones sin que se acuse la presencia del arquitecto, sin que se note su mano. De alguna manera su arquitectura pasa a formar parte de “...tanta arquitectura anónima que ha creado ciudades y pueblos de manera natural, desde el propio lugar y su contexto, que nunca ha necesitado manifiestos...” a la que Pratmarsó profesa tanto respeto. Posiblemente este arquitecto consigue ‘salvar’ un pequeño pueblo de los terribles años 60 (puede que sin proponérselo demasiado, sólo con sentido común, la elegancia de saber hacer y como decía Coderch “....siempre apoyándose en una base firme de dedicación, de buena voluntad y de honradez.”

Autor: Pedro Ayesta BorrasInvestigador en formación

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