Blog del grupo de investigación IAR. Fomentando la innovación a través del diseño arquitectónico con la aportación de las tecnologías de la construcción. 

21 Febrero 2013 | Publicado por Editorial Team IAR

Visita a La Ricarda

El pasado 2 de Febrero los alumnos del Máster Proyecto Integrado de Arquitectura  acudimos como actividad de final de las asignaturas Análisis del proyecto arquitectónico y el proyecto y el lugar a visitar La Ricarda, vivienda que el arquitecto Bonet i Castellana construyó en El Prat del Llobregat entre los años 1949 y 1962.

La vivienda de Bonet i Castellana se encuentra en un emplazamiento privilegiado a orillas del mar y rodeada por un denso pinar. La construcción de la vivienda se resuelve en una única planta y por ello su silueta se desdibuja y queda casi oculta entre la vegetación. Para adaptarse a las irregularidades del terreno el arquitecto decidió construir una plataforma artificial sobre la que se posará la casa.

A solicitud de los propietarios, el proyecto se desarrolla basándose en un único elemento, a la vez arquitectónico y estructural: un pabellón abovedado de 8,82 x 8,82m, que a través de repeticiones y desplazamientos va entrelazando el interior, el exterior y los espacios intermedios siguiendo leyes semejantes a las del crecimiento natural. En el eje Norte-Sur se ubican los dormitorios mientras que en el eje perpendicular los usos comunes. Todas estas estancias se complementan con un espacio exterior inmediato variado por la configuración de los cerramientos mediante celosías cerámicas.

Los cerramientos de la vivienda establecen una relación directa con el paisaje que la rodea. Los materiales empleados y que permiten la permeabilidad con el entorno son el vidrio y los cerramientos semitransparentes.

Tanto los cerramientos semitransparentes exteriores e interiores se resuelven con piezas de gres con un oquedad circular en su interior. En los muros interiores, estos agujeros se rellenan con vidrios de colores y se encajan con piezas de vidrio de la misma dimensión que las piezas de gres formando un mosaico. En los exteriores, estas oquedades quedan vacías y una lámina de vidrio se coloca tras las piezas de gres.

Por tanto, La Ricarda es un claro ejemplo de estudio atendiendo a los condicionantes del lugar, debido a su relación con el terreno, a su manera de extenderse por la parcela y también un proyecto que permite analizarse desde varias visiones del proyecto, los sistemas constructivos, el sistema de agregación modular, el uso de espacios intermedios, la solución de iluminación y de celosía entre otros.

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