Celebración de la 14ª edición de la International Conference on Social Robotics (ICSR2022) en Florencia
Los participantes del estudio son cuatro chicos de 5, 6, 12 y 14 años, así como tres educadoras.
En el estudio del Wainer, han desarrollado una actividad en la que un niño interacciona o con una persona (extraña para el niño, es decir, que no la conocía antes) o con un robot. La finalidad del juego es eliminar todas las figuras de la pantalla, debiendo cooperar a los dos jugadores. Cada jugador controla una de las barras (la azul o la roja) y la intersección (zona amarilla) es donde se encuentra el 'cursor'.
El NAO, al no presionar teclas, tiene un palo que sólo indica, con su color, la barra que controla. Para indicar cuándo presiona el botón E o Eliminar, baja rápidamente el brazo.
Los niños del SIEI han conocido al NAO dos días antes en la primera sesión para que tengan un primer contacto con el robot.
También siguiendo el trabajo del Wainer, cada niño ha hecho cuatro sesiones, donde la educadora y el robot se han ido alternando (H1, R1, H2 y R2), haciendo un total de dos sesiones con la educadora y dos sesiones con el NAO. Cada sesión tiene una duración de 15 minutos.
Después de un análisis cualitativo, la principal conclusión extraída del trabajo es que la personalización es un factor clave para la interacción con el robot. Pudiendo mejorarla:
- Decir el nombre del niño para mejorar su atención cuando el robot le habla.
- Decidir con el niño cómo coordinarse y, por tanto, dar espacio para el diálogo entre el robot y el niño.
- Incluir más feedback motivacional que no sólo verbales (por ejemplo, chocar los cinco, aplaudir...).
- Personalizar el juego en función de las preferencias del niño.
- Tener un espacio para el diálogo con las educadoras para entender qué aspecto quieren trabajar con el niño, puesto que cada niño es diferente y debe tenerse en cuenta sus necesidades.