Robots que ayudan a los niños, premios que ayudan a la robótica
Esta semana hemos estado de celebración en La Salle Campus Barcelona. Todo gracias al Grupo de Robótica de la universidad y al profesor de ingeniería Jordi Albó. Algunos ya habréis leído la noticia en el Blog de Noticias y Eventos: Jordi Albó recogió el pasado lunes el premio Alan Turing al Compromiso Social, todo un espaldarazo a su trabajo de rehabilitación de niños con traumatismos craneoencefálicos.
Alan Turing fue uno de los precursores de la informática moderna, la inteligencia artificial y la cibernética. Durante la Segunda Guerra Mundial trabajó descifrando los códigos de comunicación de los nazis, especialmente los de Enigma, una máquina codificadora de mensajes en clave avanzadísima para su época. A pesar de sus logros, en 1952 fue procesado y condenado a causa de su orientación sexual. El premio que ha recibido Jordi Albó rinde homenaje a sus aportaciones científicas y sociales.
El trabajo galardonado es un proyecto de robótica terapéutica desarrollado en colaboración con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y la Fundació Marató de TV3. Su propósito, ayudar en la rehabilitación de niños y adolescentes de entre 6 y 18 años que en algún momento de su vida han sufrido un accidente y han recibido un fuerte golpe en la cabeza.
¿Por qué es tan importante rehabilitar a estos niños? ¿Qué puede hacer la robótica por ellos?
Los traumatismos craneoencefálicos tienen consecuencias. Y algunas de ellas aparecen mucho tiempo después de salir del hospital. Si el traumatismo es leve, el paciente tiene problemas de atención y memoria pasajeros que desaparecen a corto plazo.
Pero un traumatismo moderado o grave, incluso después de una recuperación aparente, puede acarrear problemas de conducta, de concentración, de equilibrio... Los robots que Jordi Albó y su equipo han desarrollado en La Salle BCN ayudan a prevenir y mejorar estas secuelas.
El proyecto se centró, concretamente, en probar distintas líneas de tratamiento para encontrar la más eficaz. 90 niños y jóvenes participaron en este estudio, que con suerte ayudará a muchísimos otros niños y jóvenes.
¿Te gustaría colaborar?
Después de leer esta gratificante historia y de ver el vídeo, tal vez te estés preguntando qué puedes hacer tú. La respuesta es sencilla: estudia y prepárate bien. La robótica tiene un montón de aplicaciones sociales y tú puedes ser el ingeniero o ingeniera que desarrolle algunas de ellas. ¿Te gustaría? Por ejemplo, puedes empezar por estudiar un Grado en Ingeniería Electrónica o en Ingeniería Informática.
Si te gusta aprovechar el tiempo y te animas, ¡incluso una doble titulación! A lo largo de la carrera, irás experimentando con ayuda de tu robot LSMaker. ¡Cada estudiante de primer curso de Ingeniería en La Salle BCN recibe uno! Después, si lo tuyo es la robótica, puedes especializarte con un Postgrado en Robótica o un Máster en Automática, Domótica y Robótica. Y, sobre todo, puedes mantenerte al tanto de los proyectos de investigación que profesores como Jordi Albó llevan a cabo y aportar tu granito de arena.
¡Tu talento y solidaridad serán bien recibidos!