Métodos ágiles, nuevas prácticas para gestionar proyectos
Hace ya algo más de un mes que asistí a una mesa redonda organizada por BES La Salle y Agile Barcelona sobre métodos ágiles. En esta charla varias empresas exponían cómo han incorporado estos métodos a su actividad diaria en un ambiente distendido y cercano donde se priorizó el punto de vista empresarial por encima del tecnológico.
Ayer volví a ver el vídeo y os detallo a continuación mis reflexiones sobre lo expuesto durante el acto.
Los métodos ágiles necesitan ciertas condiciones para sacar su máximo potencial.
- El proyecto ha de ser un sistema complejo, donde no se puede planificar en detalle y tomar decisiones a largo plazo sino que se necesitan ciclos cortos de planificación y retroalimentación continua
- La cultura organizativa ha de fomentar la colaboración y aprendizaje con equipos motivados y multifuncionales
- El cliente se ha de implicar en el proyecto y participar regularmente en las reuniones con una visión win-win.
Los métodos ágiles conseguirán implantarse ampliamente en la empresa si consiguen demostrar el valor y los beneficios en el negocio.
La puesta en funcionamiento de Agile en la empresa se debe plantear como la creación de un entorno y no como la implantación de un método. Agile es un camino y no una finalidad.
No hay que ser rígido, se pueden mezclar enfoques y métodos adaptandolos a las propias necesidades de la empresa
- Métodos híbridos agile y waterfall que mezclen predictivo con empírico.
- Scrumban que mezcla scrum y kanban
Las empresas pequeñas están más cerca de la filosofía agile que las empresas grandes.
Interesante los acrónimos ASM (a salto de mata) utilizado como eufemismo de caos.
Podéis ver las transparencias iniciales en slideshare.
Si tenéis algún problema, podéis ver el vídeo directamente desde youtube.