Digital Visions: El futuro del Arte Digital
Los días 31 de mayo y 1 de junio tuvo lugar Digital Visions, un ciclo multiformato centrado en el arte digital, su situación presente y futuro, y sus aplicaciones, metodologías y prácticas, pasando por distintos enfoques creativos y sociales. La primera sesión del ciclo contó con la presencia de Montxo Algora, director del Festival ArtFutura, Lluís Nacenta, director de Hangar Centro de Producció e Investigación de Artes Visuales, Roberta Bosco, periodista de El País, Oriol Pastor, director del Festival Mira y Santi Fort, comisario del Festival ArtFutura. Todos ellos tuvieron la oportunidad de compartir diferentes visiones del estado actual del arte en una mesa improvisada que tuvo lugar antes del evento.
Art en el siglo XXI: ¿En qué momento estamos?
Afirma Montxo Algora que en los primeros ArtFutura ya "sabía que el arte iba a cambiar, pero que no imaginaba cómo". Esta afirmación cristaliza la mayoría de dudas que existen sobre el estado actual del arte y cómo las nuevas tecnologías han cambiado por completo la manera de entender (y consumir, por qué no) cualquier tipo de manifestación artística. "Hubo un tiempo en el que se dio mucha importancia a lo inmaterial y a la reflexión sobre el propio medio y las herramientas, ahora estamos en otro momento. Ya no es tanto el arte del futuro, es el arte que se hace ahora" afirma Bosco. "Es el momento de hablar de eliminar la coletilla del arte digital y hablar de arte a secas."
Como el renacimiento fue inherente a los siglos XV y XVI o el XIX dio lugar a movimientos como el realismo, el impresionismo o el simbolismo, el arte de nuestro tiempo afronta una era en el que la tecnología juega un papel crucial. De hecho, casi podríamos decir que no se puede concebir la obra de arte contemporánea sin ayuda de los medios digitales, tal y como afirma Nacenta. Pero el verdadero cambio ha sido y siempre será internet.
Internet, el gran cambio para el arte
En los años 70, el ordenador es una máquina que nos ayudaba a hacer cualquier cosa. En 1989, el científico británico Tim Berners-Lee inventaba el world wide web que permitió que todas las máquinas del planeta se conectaran. Para Nacenta, esto fue el origen de una segunda crisis que puede resultar muy interesante. Por primera vez, se produce el reconocimiento de la materialidad de este medio que Joana Moll, investigadora residente en Hangar, califica "como la mayor cosa creada por el hombre". Internet queda asumido y podemos empezar a relacionarnos con él de otra manera. Como siempre, el arte es la primera actividad humana que se adentra en estos problemas sin temor.
Por otro lado, el arte digital empieza a dar muestras de su crecimiento. En la última edición de la Biennale de Arte de Venezia en la gran mayoría de las obras expuestas ha intervenido la tecnología. No obstante, proyectos de arte digital como tal solo hay tres: uno sobre inteligencia artificial, otro sobre robótica y finalmente el proyecto de Pol Preciado junto a Shu Lea Cheang. Este último resulta especialmente representativo ya que internet es objetualizado como una gran estructura en forma de paralelepípedo y que contiene todas las máquinas que alimentaban la instalación."
El arte es otra cosa
"En el arte contemporáneo, todo el arte es digital" afirma Nacenta. Para él, este tipo de arte no se ajusta bien a la idea de autonomía. Tendemos a pensar que el arte es otra cosa, una cosa que simboliza algo distinto de lo que significa en la vida cotidiana, empezando por Duchamp que saca las cosas de contexto. El nuevo arte digital no permite que esto pase, en parte, porque va ligado al propio desarrollo tecnológico. Esto significa que siempre está cerca de problemas industriales, sociales y técnicos que permiten al artista insertarse en la economía. No solo en cuanto a artista que crea obras únicas y de gran valor, sino en tanto que contribuye con conocimiento y desarrollo tecnológico.