Pymes: Crisis, Innovación y Transformación Digital ¿para cuándo?

Cómo sobrevivir en tiempos de Covid-19 deben estar preguntándose miles de Pymes y start-ups en los últimos meses. Una situación absolutamente crítica, con un frenazo histórico en el mercado, que representa este año en España una caída del PIB superior al 12%.

Como profesor de Innovación en la Empresa en La Salle-URL, recibo constantes inputs por parte de alumnos, profesionales, y empresas, de cómo puede salir adelante el sector PYME (650.000 empresas en Catalunya), y dar un paso definitivo en su transformación digital, competitividad y apertura a nuevos modelos de negocio que permitan, más allá de sobrevivir, abrir nuevos canales que impulsen el crecimiento y su posicionamiento en los mercados nacionales e internacionales.

Después de algunos debates intensos en cómo combinar la escasez de recursos propios y de tiempo, de muchas de estas empresas, mi receta pasa por los siguientes pasos clave:

Concienciación

Una parte importante de estas empresas aún insiste en seguir estirando y estirando los productos y servicios que les han dado de comer en los últimos años, y eso está muy bien, pero no es suficiente. La apisonadora de la transformación digital está comenzando a tamizar muchos mercados y cuando llegue al nuestro, o estamos preparados o duraremos menos que una chuche en la puerta de un colegio.

Aquí la gestión del tiempo es clave porque la pregunta no es si pasará o no pasará. La pregunta es cuándo pasará, y posiblemente no tarde mucho. Y cuando pensemos en que son las grandes empresas las que pueden llevar a cabo estos cambios y no las pequeñas por falta de recursos, rebobinemos y hagamos un claro y definitivo propósito de cambio, porque YES WE CAN.

Reflexión

El siguiente paso es sentarse y realizar una profunda reflexión sobre la situación de la empresa, de su contexto y mercado, de las iniciativas de la competencia, de las oportunidades de negocio que en algún momento hemos podido visualizar pero que hemos dejado atrás, y otros factores importantes en la gestión estratégica de nuestro negocio. Esa reflexión debe ayudarnos a clarificar definitivamente dónde queremos estar en un plazo de 2-3 años, pero también dónde podemos estar si no acometemos ninguna acción al respecto.

En esta reflexión deben participar todas las partes sensibles de la empresa y si es posible con el soporte de organismos empresariales, programas de impulso a la empresa, u otros apoyos expertos orientados a las empresas PYME.

Plan de acción

Como resultado del ejercicio anterior cada empresa debe ser capaz de definir un plan de acción que incluya los siguientes aspectos clave:

• Analizar las oportunidades que nos ofrece la tecnología para conseguir aportar mayor valor a los clientes, para visualizar nuevos modelos de negocio, y diseñar plan de inversión tecnológica con costes razonables y escalables (web, cloud and open source solutions)
• Iniciativas estratégicas de negocio orientadas a incrementar la aportación de valor a los clientes, sea con nuevos productos o servicios, mejorando la aproximación y la experiencia del cliente, o sea optimizando los procesos clave de la empresa para repercutir al cliente el valor conseguido, sea en tiempo, en precio o en calidad. En definitiva, establecer un escenario continuado de innovación apalancándose en las tecnologías, productos, y modelos digitales.
• Cambios en los procedimientos internos de trabajo que nos faciliten la identificación de oportunidades, en la mejora continua (siempre con el cliente en mente), en una colaboración efectiva apoyándose en herramientas digitales (digital first mindset), procurar los espacios necesarios en el día a día que permitan la implementación de estas medidas y, por último, asegurar la involucración de toda la organización.

Implementación

Algunas de las medidas podrán implantarse mediante una reorganización de los procedimientos de trabajo principales de la empresa, incluyendo de manera sistemática escenarios de identificación de oportunidades, sesiones de trabajo con clientes y proveedores, y con diferentes áreas de la empresa. No será necesario invertir recursos significativos, pero sí la actitud.

Para llevar a cabo proyectos de inversión en tecnología y negocio, más allá de las posibilidades internas de financiación es importante sumergirse en el abanico de posibilidades que ofrecen:

• Programas de impulso a proyectos e iniciativas innovadoras por parte de la Generalitat como de Gobierno y Ministerios centrales (CDTI, ENISA, MINECO’s, etc.) u otras agencias públicas como ACCIÓ o Barcelona Activa. También centros tecnológicos o clústeres del sector.
• Apoyo a través de los programas de impulso de asociaciones empresariales como PIMEC o CECOT, Cámaras de Comercio, y otras entidades locales.
• Búsqueda de socios o colaboradores en el proyecto que puedan aportar y capturar una parte del valor de la iniciativa y asumir una parte del riesgo del proyecto (proveedores, clientes, socios tecnológicos, etc.)
• Establecimiento de alianzas o convenios con Universidades que propongan programas y/o servicios corporativos de capacitación y soporte a las empresas, así como programas de investigación e innovación, especialmente basados en la aplicación de las tecnologías digitales. Como hacemos en La Salle-URL.

Por último, la tarea fundamental en el día a día de trabajar el cambio cultural y establecer modelos de reconocimiento que incentiven a la organización en aquellas acciones exitosas y propuestas innovadoras, alineadas con el plan de acción estratégico.

Las circunstancias actuales de pandemia, crisis generacional, y cambio digital, han confluido en la tormenta perfecta, pero brindan una oportunidad única para dar el paso, por parte de muchas empresas. La inyección de fondos europeos, esos 140.000 millones de euros, si son bien conducidos (confiemos en que sí) a los sectores industriales mediante programas de apoyo a la I+D, la Innovación y la Transformación Digital, en planes de financiación y subvención, y otros mecanismos públicos y público-privados, significarán una magnífica oportunidad para dar el salto de valor y crecimiento de nuestras empresas. No debería servir solo para salir de la crisis y pagar deudas, sino en conseguir músculo, nuevo negocio, y solidez para afrontar la siguiente, que sin duda llegará más pronto que tarde. De hecho, ya vivimos en un cambio constante, lo decía Einstein: “La única constante en el Universo es el Cambio”.

Víctor Espinosa

Profesor de Innovación en la Empresa

La Salle Campus Barcelona - URL