¿Robot sentimental?
¿Has escuchado hablar de la película Blade Runner?, es considerada por su complejidad temática una obra maestra en el mundo académico y tiene el título de ser película de culto. Pertenece al género de ciencia ficción estadounidense y se inspiró en el libro ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (Do Androids Dream of Electric Sheep? )
Blade Runner de lo que trata es de la sociedad del 2019 (no muy lejano de nosotros actualmente) con una situación futurita y apocalíptica. Habla de que en ese tiempo la ingeniería genética es capaz de fabricar unos seres llamados replicantes, que se usan en trabajos peligrosos y como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Estos replicantes, diseñados para ser "más humanos que los humanos" llamados Nexus-6, se asemejan físicamente a los humanos (aunque tienen una mayor agilidad y fuerza física) pero no tienen emociones y empatía. Estos replicantes fueron declarados ilegales en la Tierra tras un sangriento motín. Un cuerpo especial de la policía llamados Blade runners se encarga de rastrear y matar a los replicantes fugitivos que se encuentran en la Tierra.
Esta sinopsis nos sirve de preámbulo al tema a tratar que es la cuestión darle emociones a los robots, cada vez estamos un poco más cerca de conseguir el reto. En el mes de septiembre de este año, se llevo a cabo el congreso Interspeech, donde Santi Planet, miembro del Departamento de Tecnologías Media de Enginyeria i Arquitectura La Salle, presentó con éxito el trabajo realizado por el grupo de investigación en el ámbito del reconocimiento afectivo automático. El trabajo participó en el “Emotion Challenge”, donde se buscaba en detectar las emociones de un grupo de niños mientras estaban jugando con el robot Aibo, de Sony. Lo que se hizo fue cuando los niños interactuaban con el robot en sus juegos, se procesó la voz de ellos y se clasificaron los diferentes estados afectivos. El proyecto le hizo frente al reto de reconocer emociones generadas de forma espontánea recogidas en un entorno real, o sea fuera de un espacio controlado.
De estas dos modalidades del “Emotion Challenge”, el trabajo fue reconocido como el segundo clasificado en la modalidad de “Clasificadores” y como primer clasificado en la modalidad de “Características”. Sus resultados son muy esperanzadores.
Fíjense desde cuando se está tratando el tema, haciendo referencia al año del que trataba la película, y vean donde nos encontramos, cada vez nos acercamos a lo que en un pasado era mera ficción. ¿podrán sentir los robots?
Cortesía de Santi Planet e Ignasi Iriondo.
Montse Presno y Oscar García.