16 Septiembre 2019 | Publicado por laura.blanco

El arte digital sigue creciendo y consolida su hegemonía en Europa

Afirma Lluís Nacenta que el arte es una de las primeras actividades humanas que se adentra en los cambios sin temor. El director de Hangar Centro de Producción e Investigación de Artes Visuales fue uno de los expertos que reflexionó sobre el estado actual del arte digital en el primer Digital Visions que La Salle-URL organizó en colaboración con el Festival ArtFutura el pasado mes de mayo. Este tipo de iniciativas ponen de manifiesto la necesidad de crear nuevos espacios en los que reflexionar sobre "el arte que se hace ahora" según la periodista cultural e invitada también al evento, Roberta Bosco, y "que debería ya perder el calificativo de digital y pasar a llamarse directamente arte". En festivales como ArtFutura, Ars Electronica o el MIRA Festival ya hace algunos años que se habla de él. 

Ars Electronica se ha convertido en una referencia en el mundo digital. Un festival que se celebra en Austria y que este año ha cumplido cuarenta años con la edición más amplia de su historia titulada Out of the box: The midlife crisis of digital revolution. Del 5 al 9 de septiembre se han organizado más de 500 actividades que incluyen charlas, talleres o exposiciones en más de 16 localizaciones diferentes. Entre las principales cuestiones que buscaba resolver esta edición del Ars Electronica destaca la futura interacción entre humanos y máquinas inteligentes y qué significará para la concepción actual que tenemos del mundo, tanto para nuestra sociedad como para nuestra vida.

Un arte digital cada vez más humano

Cuando Ars Electronica nació en Linz a finales de los años 70, la revolución digital ya contaba con un alcance tecnológico importante y, sin embargo, a la vez, era algo todavía desconocido. Justo diez años antes, cuatro ordenadores en varias localizaciones al oeste de Estados Unidos se conectaban por primera vez para formar una nueva red y crear la mayor cosa jamás creada por el hombre: Internet. Diez años después, Tim Berners-Lee y Robert Cailliau desarrollaban las bases del world wide web y la mayor avalancha tecnológica de todos los tiempos. Lo que está claro es que desde los orígenes del Ars Electronica hasta ahora, la tecnología ha avanzado a pasos de gigante, hasta tal punto de que ya podemos hablar de una crisis de esta revolución digital. 

Out of the Box: The Midlife Crisis of the Digital Revolution explora esta crisis a través de un recorrido por la historia del arte mediático en general desde varios puntos de vista. A través de conferencias, por ejemplo, que analizan el presente y futuro de las perspectivas de un mundo cada vez más digital. Como ya sucediera en el evento de Digital Visions, el aspecto humano cobra especial relevancia dentro de la agenda de Ars Electronica: la fuerza para luchar, para explorar lo inexplorado o para superar nuestras propias limitaciones como individuos y como sociedad. Con el poder de las nuevas tecnologías es más importante que nunca reflexionar sobre la forma en que queremos usarlos colectivamente. En este sentido, destaca la creación de una nueva sección llamada European Platform for Digital Humanism.

Las exposiciones temáticas se han estructurado de acuerdo con dos enfoques fundamentales, aunque hay una gran cantidad de superposición entre ellos. Por un lado, proyectos de arte y tecnología, el origen de los cuales fue motivado principalmente por la investigación y exploración y que componen las exhibiciones en los grandes salones del primer nivel; mientras que los proyectos de arte y tecnología que tienen un objetivo de expresión puramente artística, predomina en los espacios inferiores. 

España se abre paso entre 1.400 artistas de más de 45 países

Este escenario es el caldo de cultivo para que más de 1.400 artistas de diferentes países se den cita en la capital austríaca, entre ellos el grupo catalán Ticnova que presentó este año la Col·lecció BEEP (Colección BEEP) de arte electrónico. Se trata de la colección más importante dedicada al New Media o arte electrónico de España y que ha conseguido hacerse con el Premio ARCOmadrid/BEEP por nueve años cosecutivos. Entre sus últimas incorporaciones podemos encontrar "Ejercicios de medida sobre el movimiento amanerado de las manos" de Manu Arregi, "On Kawara Time Machine" de Manuel Fernández o "Tropologías II (del archivo del Dr. Ripoche) de Andrés Pachón. 

En línea con el hilo temático de este año, la colección BEEP gira alrededor de dos ejes básicos. Por un lado, el bioarte, una tendencia que reflexiona sobre el papel del ser humano en el mundo y su relación con el medio que le rodea con la obra de Robertina Šebjanič, Aurelia 1 + Hz/proto viva generator como principal exponente. Se trata de una instalación interactiva que analiza las posibilidades de convivencia entre humanos, animales y máquinas. Partiendo de la hipótesis de que las medusas son inmortales, Aurelia 1 recopila varios ejemplares de estos animales para combinarlos con los dispositivos electrónicos, creando así un organismo biocibernético. El otro hilo son las nuevas formas de coleccionismo que se ha generado a partir de la revolución digital y que BEEP aborda a partir de un nuevo programa de producción desarrollado junto al Centro Hangar de Barcelona. 

El arte digital, un sector en auge

El arte digital está cada vez más presente en todas las esferas del arte contemporáneo. El número de exposiciones va creciendo, especialmente en regiones como Europa y Estados Unidos, mientras que empieza a despertarse un interés en este movimiento artístico por parte de los coleccionistas. Integrar la tecnología y la interactividad dentro del día a día crea experiencias sensoriales más completas, aunque también existen voces críticas que evidencian la posible banalización del arte digital. 

Sea como fuere, la importancia de este nuevo arte digital es indiscutible. De hecho, en Japón, principal pionero en este sector, ya se ha creado el primer museo digital de la historia: el Mori Building Digital Art Museum de Tokio.  Sus casi 9 mil metros cuadrados permiten a los visitantes interactuar con 50 obras de arte digital diferentes. Esto también se ve reflejado en la proliferación del número de festivales dedicados a este tipo de arte como por ejemplo Ars Electronica, ArtFutura o Mira Festival, que comentábamos anteriormente, La Biennale Nemo en París, Loop Festival y The Wrong en España.

La Salle-URL apuesta por el arte digital

Con el objetivo de adaptarse a las necesidades de un sector en auge, La Salle-URL ha lanzado este curso 2019-2020 el Grado en Artes Digitales, un programa de tres años que pretende formar a los artistas del tercer milenio. Los alumnos contarán con una base sólida de las bellas artes más tradicionales, y a partir del segundo año empezarán a experimentar con las tecnologías más innovadoras. El objetivo es potenciar las ideas con la tecnología, enseñando las herramientas digitales y las tecnologías que les ayudarán a potenciar sus ideas y a dar forma a su creatividad.

Los nuevos artistas no solo tienen que conocer las últimas tecnologías, sino que también tienen que conceptualizar las ideas desde una perspectiva digital y contemporánea. Tienen que saber crear contenidos, cada vez más avanzados, que permiten la comunicación con el público. Los sectores tradicionales "reinventados" y los nuevos sectores cada vez demandan más contenidos para los diferentes canales de comunicación y campos de aplicación. La nueva generación de artistas liderará los nuevos estilos de producción y de consumo cultural, impactando en el arte y la cultura contemporánea, con aplicaciones en la escenografía, el urbanismo, el interiorismo, la museística y el cine, donde las aproximaciones expresivas basadas en la co-creación cada vez serán más frecuentes. 

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